Una guerra entre civilizaciones. Robert S. Wistrich*
El mayor espectro que sigue rondando a Israel y al pueblo judío al comienzo del siglo XXI es la oleada de terrorismo árabe, musulmán y palestino que se ha abatido durante el último año.
El mayor espectro que sigue rondando a Israel y al pueblo judío al comienzo del siglo XXI es la oleada de terrorismo árabe, musulmán y palestino que se ha abatido durante el último año.
En un acto sin precedentes, líderes religiosos judíos, cristianos y musulmanes se reunieron del 20 al 22 de enero del 2002 en Alejandría, Egipto, para analizar la crisis entre palestinos e israelíes.
A partir del 28 de septiembre del año 2000, fecha en la que dio inicio el levantamiento palestino conocido como “Intifada Al-Aksa”, se ha generado una escalada de violencia en la Margen Occidental y la Franja de Gaza, tanto en alcances como en severidad.
A lo largo de la década de los noventa el mundo fue testigo del resurgimiento del Islam en diversos países asiáticos. El colapso de la Unión Soviética contribuyó a la caída del comunismo como fuerza política revolucionaria.
Más de 800.000 alumnos palestinos están expuestos cotidianamente a una fuerte instigación contra Israel. En el material educativo utilizado desde el primer curso de primaria hasta el último de secundaria, los judíos son descritos como “animales salvajes”, “plaga”, “embusteros” y traicioneros”.
Para satisfacción de los representantes del Fundamentalismo Islámico radical, diversos analistas consideran que este movimiento se ha convertido en la nueva amenaza para Occidente, en una especie de sucesor del comunismo soviético
“Hamas fue establecido en una época en la que el Islam había desaparecido de la vida. Las reglas los valores se transformaron y la maldad, la opresión y la obscuridad prevalecieron… los cobardes se convertían en tigres y la justicia había desaparecido para dar lugar a la falsedad…”
Cada año cientos de mujeres son asesinadas en Medio Oriente a manos de sus familiares. Los llamados “asesinatos por honor” -la ejecución de una mujer por lo que se percibe como mal uso de su sexualidad- constituyen un espinoso asunto político y social en la región. La legitimación de dichos homicidios emana de un complejo código de honor inserto en la conciencia de algunos sectores de la sociedad palestina.
Las necesidades y los derechos de los pueblos al suministro de agua en una medida racional, constituyen una preocupación económica y geopolítica a nivel mundial. En el caso particular del Medio Oriente -región cuyo 95% está compuesto de desierto- las tensiones políticas han imposibilitado el que se llegue a un acuerdo sobre el tema.
El término antisemitismo denota una persistente y profunda actitud negativa hacia los judíos, cuyas causas radican en fenómenos sociológicos y posturas teológicas, que llegan a convertirse en un prejuicio tanto étnico como racial.