Tribuna Israelita

Los otros refugiados: Los judíos de países árabes

 El conflicto árabe-israelí involucra muchos asuntos problemáticos y ásperos. Quizá el que más resalta entre ellos es el llamado ‘derecho de los palestinos al retorno’. En los últimos años los países árabes han impulsado este tema para ponerlo en primer plano; como resultado tal ‘derecho’ es considerado como consabido no solamente entre los árabes sino también por muchos funcionarios de las Naciones Unidas y sus Estados miembros.
En toda esta discusión sobre los refugiados palestinos han quedado olvidados alrededor de 900,000 refugiados: los judíos que tuvieron que huir de los países árabes y de algunos estados musulmanes, quienes en su mayoría fueron absorbidos por Israel.

     Los judíos han habitado en el territorio que actualmente representa a las naciones árabes desde el siglo VI a.e.c. Su historia bajo dominio musulmán es extensa y variada. Considerados ciudadanos de segunda clase o dhimmi, vivieron periodos dorados de prosperidad seguidos, con frecuencia, por épocas en que eran agobiados con impuestos punitivos, obligados a vivir en vecindarios reservados tipo ghetto y relegados a los niveles más bajos de los estratos sociales y económicos. Pese a lo anterior, no fue sino hasta el siglo XX cuando comenzaron a temer por su propia vida.
A partir de 1947, fecha en que las Naciones Unidas dictaminaron la creación de dos estados: uno árabe y uno judío, las naciones árabes comenzaron a perseguir a su población judía. La creación del Estado de Israel y el resurgimiento del fundamentalismo islámico, disminuyeron sus posibilidades de sobrevivencia tanto física como espiritual.
Desde entonces, cientos de miles de judíos fueron obligados a salir de sus hogares. Quienes huyeron comparten tristes recuerdos y hablan de lo que dejaron atrás: sus casas, sus libros, sus objetos religiosos, sus fotografías y sus amigos.

PAÍS POBLACIÓN JUDÍA APROXIMADA EN 1947 POBLACIÓN JUDÍA APROXIMADA EN 2003
Argelia 140,000 Menos de 100
Egipto 85,000 100
Irak 135,000 Menos de 100
Irán 100,000 11,500
Líbano 6,000 Menos de 100
Libia 38,000 0
Marruecos 265,000 5,700
Siria 30,000 Menos de 100
Túnez 105,000 1,500
Turquía 80,000 20,000
Yemen 63,000 Menos de 200
TOTAL 1,047,000 39,300

Argelia
Los asentamientos judíos se remontan a los primeros siglos de la era común. En el siglo XIV muchos judíos españoles emigraron a Argelia y tras la ocupación gala en 1830, recibieron la ciudadanía francesa.
Para 1962 la mitad de los 140,000 judíos había emigrado a Francia. Los que permanecieron fueron objeto de severas medidas antisemitas adoptadas por el gobierno de Hoari Bournédienne, entre las que se incluía el boicot comercial, cuotas en la educación e impuestos discriminatorios. En 1967, enfrentaron nuevas olas de violencia tras la victoria israelí de la Guerra de los Seis Días. Finalmente, el resto de los judíos abandonó el país, sus posesiones fueron confiscadas y las sinagogas fueron convertidas en mezquitas.

Egipto
La comunidad judía vivió en relativa calma hasta la década de los cincuenta, cuando oficiales militares encabezados por el coronel Gamal Abdel Nasser tomaron el control y adoptaron una política anti-israelí.
En noviembre de 1956, Nasser ordenó la expropiación de todos los bienes de los ciudadanos judíos. Los trabajadores, profesionistas y empleados gubernamentales judíos fueron despedidos y cientos fueron enviados a prisión y campos de detención. El mensaje era claro: debían abandonar Egipto y renunciar a sus propiedades. En pocos meses, miles de judíos fueron expulsados, teniendo que abandonar su tierra natal junto con todas sus propiedades.
Años después, con la firma del Tratado de Paz de Campo David entre Egipto e Israel, se estableció la creación de una comisión encargada de resolver las demandas financieras. Sin embargo, dicha cláusula no ha sido aplicada.

Irak
La presencia de los judíos en Irak se remonta a la época de la destrucción del Primer Templo en la época babilónica (586 a.e.c). Bajo dominio británico, de 1917 a 1932, la comunidad vivió su época dorada. Los primeros signos perturbadores se presentaron en 1941 cuando se perpetró un pogrom en Bagdad. Oficiales nacionalistas y pro-nazis asesinaron a 180 judíos, destruyeron sinagogas y dañaron sus pertenencias.
A partir de 1948 los judíos comenzaron a ser víctimas de una intensa persecución. En 1950 el gobierno iraquí los despojó de su ciudadanía y sus propiedades. Finalmente, los obligaron a marcharse. Los que quedaron sufrieron privaciones económicas, arrestos y acoso. Muchos intentaron, sin éxito, huir en las décadas de 1960 y 1970. En la actualidad esa antigua colectividad judía que en 1948 contaba con más de 100,000 miembros, suma menos de cien almas.

Irán
La comunidad de Persia, actualmente Irán, es una de las más antiguas de la diáspora. Durante el siglo XIX, los judíos fueron perseguidos y discriminados. Bajo la dinastía Pahlevi, establecida en 1925, el país se fue secularizando, con el consecuente beneficio para la población judía.
Con la revolución islámica y el ascenso del Ayatola Jomeini, se estableció un régimen represivo que brindaba apoyo a organizaciones terroristas antisemitas y antisionistas. Miles de judíos abandonaron el país dejando tras de sí todas sus propiedades.
Hoy en día los judíos que habitan en Irán se encuentran en calidad de rehenes y su vida religiosa y cultural se ve amenazada. Quienes desean abandonar el país se ven expuestos a estrictos controles y arrestos en los puntos de salida.

Líbano
A partir de la Guerra de los Seis Días y, particularmente de 1976, año en que se desata la guerra civil, las condiciones de vida para los 6,000 judíos libaneses se deterioraron seriamente, por lo que se vieron obligados a dejar el país, abandonando todos sus bienes. En la actualidad, los pocos judíos que permanecen en el país viven amenazados e imposibilitados de practicar abiertamente su religión.

Libia
Víctimas de actos vandálicos organizados por extremistas musulmanes, en 1951 la mayoría de los judíos –que en 1948 sumaban 38,000– tuvieron que huir, encontrando refugio en Israel. Los que permanecieron sufrieron ataques de las turbas enardecidas por la derrota árabe durante la Guerra de los Seis Días. El ascenso al poder del general Muammar Kaddafi, con una política antisemita y anti-israelí, terminó con el resto de esta comunidad, cuyos orígenes datan del siglo III a.e.c.

Marruecos
Los judíos marroquíes son el remanente de una antigua y dinámica comunidad con una historia de más de 2,000 años, que se vio enriquecida con la presencia de olas de refugiados expulsados de España y Portugal. Sus condiciones de vida eran deficientes y sólo mejoraron a partir de 1912 cuando, como resultado del protectorado francés, recibieron la autonomía religiosa y la igualdad.
A partir de 1948, la comunidad judía enfrentó situaciones de peligro, siendo víctima de constantes motines sangrientos, viéndose obligados a dejar sus hogares. De acuerdo a las estadísticas del WOJAC (Organización Mundial de Judíos de Países Árabes, en sus siglas en inglés), más de 265,000 judíos llegaron a Israel provenientes de Marruecos entre 1948 y 1986.
En la actualidad, la comunidad judía de 5,700 personas, mantiene relaciones cordiales con las autoridades gubernamentales.

Siria
De acuerdo al censo oficial de 1943, en Siria habitaban alrededor de 30,000 judíos. En 1944, tras su independencia de Francia, el nuevo gobierno prohibió la inmigración judía y restringió sus actividades. Los ataques contra los judíos aumentaron y boicotearon sus negocios.
En 1947, turbas árabes devastaron la comunidad judía de Alepo, que tenía 2,500 años de antigüedad. Miles de judíos huyeron ilegalmente hacia Israel y otros países. El gobierno sirio intensificó su persecución contra la población judía y la libertad de movimiento quedó severamente restringida. En 1956 las autoridades comenzaron a concentrar a la población judía en zonas determinadas, aislados y sin posibilidad de contacto con el exterior.
A principios de la década de los noventa, alrededor de 1300 judíos lograron huir. Sus propiedades fueron confiscadas y transferidas a un Comité Palestino-Sirio, el cual las administra. Actualmente los 100 judíos que habitan Siria, junto con los kurdos, son las únicas minorías a las que no se les permite participar en el sistema político, y cuyos pasaportes y tarjetas de identidad consignan su religión.

Túnez
En 1948, tras serios ataques en los que la Sinagoga Central fue destruida, los judíos se vieron obligados a abandonar el país, dejando tras de sí todas sus propiedades. De los 105,000 judíos que integraban la comunidad, una gran mayoría encontró refugio en Israel en 1948.

Turquía
La conquista otomana fue recibida con beneplácito por los judíos turcos que vivían en la zona desde el siglo IV a.e.c. El país se convirtió en un refugio para los miles que huían de la persecución y represión en naciones europeas. El régimen secular que surgió de la debacle turca durante la Primera Guerra Mundial estableció nuevas y difíciles condiciones para los judíos, quienes decidieron emigrar.

Yemen
Los judíos yemenitas remontan su origen a la época bíblica. Durante siglos vivieron con restricciones, víctimas de persecuciones y humillaciones. En 1948, tras serios ataques, se inició la emigración masiva.
En 1967, los judíos que permanecieron fueron expulsados de sus hogares y se vieron obligados a vivir en ghettos fuera de la ciudad. Estas condiciones tan degradantes propiciaron que la mayoría de los judíos yemenitas huyeran a Israel mediante la ‘Operación Carpeta Mágica’.

Conclusiones
En los últimos 65 años, cientos de miles de judíos que emigraron de sus hogares en los países árabes – tras soportar condiciones humillantes, ataques a su integridad física y moral así como la pérdida de su patrimonio- encontraron refugio en Israel. Sin ayuda internacional ni compensaciones, lograron integrarse a la sociedad israelí.
La situación de los palestinos –el único caso de refugiados no resuelto- se deterioró seriamente porque los países árabes no absorbieron ni rehabilitaron a sus hermanos, los concentraron en campos de refugiados y han explotado su doliente condición para que sea un ingrediente más de su campaña política e informativa contra Israel.

Notas

1. (Ruso: destrucción). Una de las formas más severas de ataque a las comunidades judías de la diáspora Hordas invadían los barrios judíos, destruyendo y asesinando, hiriendo y violando a sus moradores. La policía y el ejército no molestaban a los atacantes y generalmente intervenían después de los hechos.

Bibliografía

Levín, Itamar. “Confiscated Wealth: The Fate of Jewish Property in Arab Lands”. Institute of the World Jewish Congress. Israel, 2000.

Institute of the World Jewish Congress. “The Forgotten Exodus: The Flight of Jews from Arab Lands”. Israel, diciembre de 2001.

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