Pese a los esfuerzos internacionales, la desigualdad de géneros en los países árabes continúa siendo vigente. Además de padecer maltrato físico y psicológico, la mujer árabe se enfrenta a la discriminación en los sistemas jurídico, político y social.
La batalla que enfrentan Hamas y Al Fatah – el islam radical y el nacionalismo – es, sin duda, uno de los mayores conflictos de la historia palestina. Las imágenes de los brutales enfrentamientos desatados en Gaza han conmocionado a una población curtida en el sufrimiento.
Tras largos meses de espera y con una fuerte tensión acumulada, la salida israelí de la Franja de Gaza se llevó a cabo a partir del 15 de agosto de 2005.
Un grupo de políticos e intelectuales israelíes y palestinos elaboraron, a título personal, una nueva iniciativa de paz. El Acuerdo de Ginebra, llamado así por el apoyo financiero recibido de Suiza, es producto de casi tres años de difíciles encuentros entre las partes en los cuales se trató de recoger los éxitos y fracasos de negociaciones anteriores, desde Camp David (julio de 2000) hasta Taba (enero de 2001).
El conflicto árabe-israelí involucra muchos asuntos problemáticos y ásperos. Quizá el que más resalta entre ellos es el llamado ‘derecho de los palestinos al retorno’.
El 19 de marzo del 2003, de acuerdo con las modificaciones a La Ley Básica de la Autoridad Palestina, Mahmoud Abbas, mejor conocido como Abu Mazen fue electo Primer Ministro.
Desde septiembre del 2000, la atención de la opinión pública mundial sobre Medio Oriente se ha centrado en la violencia generada por el conflicto palestino-israelí.
El propósito del CMIP es fomentar el desarrollo “de relaciones pacíficas entre los pueblos y las naciones, mediante la creación de un clima de tolerancia y respeto mutuo basado en el rechazo a la violencia como medio para solucionar conflictos”.
Durante años, el problema de los refugiados árabes, ha sido uno de los principales escollos en las negociaciones de paz en Medio Oriente. Los antecedentes de este complejo componente del conflicto palestino – israelí se remontan a noviembre de 1947, cuando la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) adoptó el Plan de Partición para Palestina.