Donativos y ayuda a Eretz Israel y los problemas que nos aquejan
La mejilla izquierda arde por los golpes y la mejilla derecha se ruboriza de alegría. Así nos sentíamos en aquel entonces en Monterrey. Teníamos problemas en nuestra escuela, pero nos alegramos por el progreso del Colegio Israelita de México. El 10 de agosto de 1935 mandamos un telegrama con una cálida felicitación en ocasión de la ceremonia que llevaron a cabo por la colocación de la primera piedra para la construcción de su propio edificio.