A partir de septiembre del 2000, cuando los palestinos decidieron optar por la violencia y rechazar las negociaciones de paz, se desató la más dramática ola de antisemitismo en la región desde la Segunda Guerra Mundial.
A diferencia de otras festividades judías, Rosh Hashaná -el año nuevo judío- no conmemora ningún suceso histórico. Es mas bien una festividad religiosa que celebra el papel preponderante de Dios como Señor absoluto del universo y Juez de los hombres, así como la creación del cosmos.