Este año estamos conmemorando los 80 años del levantamiento del ghetto de Varsovia..
Este acontecimiento simboliza la rebelión que se llevó a cabo en diferentes ghettos en contra del régimen nazi, que oprimía, rebajaba y asesinaba sistemáticamente poblaciones judías enteras en Europa, el norte de África y los Balcanes.
Esta rebelión forma parte importante de la historia de la Shoá, como símbolo de valor en condiciones de desventaja absoluta. Hambrientos, enfermos y con pocas posibilidades de ganar, eligieron cómo morir: “libres luchando y no exterminados”.
Entre 1942 y 1943, quienes vivían en los ghettos, se dieron cuenta de que su destino final sería el exterminio.
Fue entonces que se organizaron diversos grupos para resistir, conformados principalmente por jóvenes de distintos movimientos juveniles y prácticamente sin ningún liderazgo comunitario.
Esto se debió a que, en la mayoría de los casos, los líderes comunitarios habían sido los primeros en ser deportados con el fin de desarticular dichas comunidades.
La noche del 19 de abril de 1943, Erev Pesaj, que simboliza para el mundo judío la fiesta de la libertad y la renovación, estalló la lucha armada en contra de los nazis.
Hubo dos grupos que lucharon lado a lado. Uno estuvo comandado por Faivel Frankel, del movimiento revisionista Betar, cuyos miembros habían sido entrenados por la resistencia polaca y contaban con una considerable cantidad de armas; y el otro grupo encabezado por Mordejai Anilevich, miembro de Hashomer Hatzair, quien representaba a las agrupaciones socialistas y de izquierda.
Juntos lograron mantener a las SS y a los nazis fuera del ghetto y resistir así durante casi un mes.
Durante cuatro días mantuvieron izadas las banderas de Polonia y la azul y blanco que se veían desde lejos, dando un mensaje de triunfo y ánimo a la población polaca.
Los nazis dieron a los sublevados la opción de dejar las armas y rendirse el 20 de abril, día del cumpleaños de Hitler. Ante la negativa, tomaron la decisión de arrasar el ghetto. Sin embargo, esto no resultó tan fácil. Tras casi tres semanas, el humo y el fuego obligaron a muchos de los sobrevivientes a salir; otros lograron escapar por el sistema de alcantarillado y al final, sólo unos pocos sobrevivieron.
Isaac (Antek) Zuckerman, sobreviviente del levantamiento del ghetto de Varsovia, llega a Israel y es uno de los fundadores del Kibutz Lojamei Haguetaot y dijo:
“No creo que deba analizarse el Levantamiento en términos militares. El resultado no dejó lugar a dudas…pero si hay una escuela en la que se enseñe la fortaleza del espíritu, el levantamiento deberá ser el tema central.
Es necesario aprender, que tras años de vivir en condiciones inhumanas, quienes se encontraban en el ghetto tuvieron la fortaleza para levantarse en contra de sus verdugos y escoger ellos mismos cómo iban a morir. La elección era simple: Treblinka o rebelión.”
Rendimos homenaje así a todos y cada uno de nuestros hermanos que encontraron la fuerza, el ánimo y el valor para defender su dignidad.
Nos enaltece como pueblo y nos marca el camino a seguir. Por ellos, por nosotros y por todas las generaciones venideras.
Luchemos en contra de la discriminación, el odio, la falta de tolerancia, la agresión y la violencia; si no lo hacemos, nos llevaría solamente a la destrucción y a la pérdida de la esencia del ser humano.
La elección está en nuestras manos.
עם ישראל חי
