Tribuna Israelita

Filosofía judía: el pensamiento de Ibn Gabirol

La filosofía judía medieval representa el intento del pueblo hebreo por adaptarse a los retos intelectuales de un mundo dominado por los musulmanes. Durante siglos los judíos vivieron en sociedades aisladas en Palestina y Babilonia y su actividad cultural se centró en el desarrollo de la Halajá o ley religiosa. En el siglo VII e.c. esta situación se modificó debido a que los árabes conquistaron Medio Oriente, el Norte de Africa y casi toda la Península Ibérica.

El árabe se convirtió en el idioma utilizado en la enseñanza y la literatura, se propició un intenso despertar intelectual y grandes ciudades como Bagdad, Damasco, El Cairo y Córdoba se constituyeron en centros de cultura.
Ibn Gabirol fue una de las más destacadas figuras intelectuales y literarias de la Edad de Oro judía en la España musulmana. Es conocido como el primer filósofo español y representa la culminación de la escuela hebrea de poesía religiosa y secular.

SU VIDA
Salomón ben Judah, mejor conocido como Ibn Gabirol, nació en Málaga, España en 1020. Siendo niño aún fue llevado a Zaragoza en donde recibió una extensa educación y comenzó a escribir poesía a muy temprana edad. A los 16 años alcanzó la fama por sus himnos religiosos escritos en un hebreo magistral. El idioma utilizado en la literatura andaluza era el árabe y los judíos querían revivir el uso del hebreo como medio de expresión cultural.
Para poder dedicarse a la filosofía y la poesía se dependía en gran medida, del apoyo de acaudalados protectores. Uno de sus más importantes “mecenas” fue Jekuthiel b. Isaac Ibn Hasan. En 1039 éste fue asesinado e Ibn Gabirol escribió dos elegías en su honor, una de las cuales es considerada como el más regio poema secular de la filosofía medieval. Con la pérdida de su protector, la situación económica y social de Gabirol se vio drásticamente afectada por lo que buscó asegurar su posición como poeta de la corte con Samuel ha-Nagid, quien al convertirse en el estadista líder de Granada, buscaba que intelectuales del prestigio de Gabirol se integraran a su servicio.
En 1045 abandonó Zaragoza y se estableció en Granada. Murió en Valencia en 1057.

SU OBRA
La poesía de Ibn Gabirol combinó la lingüística y la herencia literaria hebreas con las arábigas. En sus poemas utilizó la métrica y metáforas árabes. El lenguaje bíblico imprimió a sus textos un tinte distinto y un estilo original. Su conocimiento científico y filosófico, particularmente sobre astronomía y el pensamiento neoplatónico, se pueden palpar en su obra.
De acuerdo con la tradición contemporánea, la mayor parte de su obra secular fue compuesta en honor de sus protectores a quienes describe con alabanzas extravagantes. Puso énfasis en el contraste entre sí mismo y la sociedad en la que vivió, así como en su inhabilidad para identificarse con sus contemporáneos preocupados por cuestiones mundanas y por el éxito temporal. Compuso, además, algunos poemas de amor en los que se conduele por no poder disfrutar de los placeres del mundo, encontrando su único refugio en la sabiduría de Dios.
La producción de Ibn Gabirol fue muy prolífica. A la fecha se conservan más de 500 poemas tanto religiosos como seculares. Muchos de sus manuscritos fueron preservados por sus correligionarios en los áticos de la sinagoga. Gran parte de su obra religiosa se incluye en los libros de oración hebreos en todo el mundo, por lo que se le considera el principal poeta litúrgico de la España judía.

SU FILOSOFÍA
Ibn Gabirol expone su pensamiento en el libro Mekor Hayyim (La Fuente de la Vida) escrito en árabe en forma de diálogo entre un maestro y su alumno. La obra se aboca principalmente a la discusión de los principios de materia y forma y está dividida en cinco tratados que abordan:
1. Clarificación preliminar de las nociones de materia y forma, una discusión de ambos elementos como objetos de la percepción de los sentidos y una discusión sobre la materia corporal y sus cualidades.
2. Descripción de la materia espiritual y corporal.
3. Énfasis en la demostración de la existencia de las sustancias simples.
4. Reafirmación de la materia y la forma como substancias simples.
5. Confirmación de la existencia de la materia y la forma.
Gabirol sostiene que todas las substancias en el mundo, tanto espirituales como corporales, están compuestas de materia y forma. La dualidad es la que produce las diferencias pero es la forma, específicamente, la que distingue a una substancia de la otra. La materia es el sustrato que precede a la forma.
El elemento central en la filosofía de Gabirol es la doctrina de la emanación según la cual la creación del mundo es comparable a la emisión de los rayos de la luz del sol. Este esquema cosmológico tiene una estructura neoplatónica pero con modificaciones propias. En la cumbre de éste aparece Dios, que sólo puede ser descrito mediante la afirmación de lo que no es. Aparecen también la sabiduría y la voluntad divinas como substancias independientes.
Ibn Gabirol habla de un universo material y formal, de tres susbstancias espirituales -intelecto, alma y naturaleza- y de un mundo perceptible. Así como para otros neoplatonistas, para Gabirol el ideal de la vida humana es el retorno del alma que emana del intelecto al mundo espiritual y para ello se requiere de una conducta adecuada y de la especulación filosófica. La meta a la que todo hombre debe aspirar es al conocimiento del propósito por el que fue creado, esto es, el conocimiento del mundo divino.
Mekor Hayyim es una obra única en el cuerpo de literatura filosófica-religiosa hebrea de la Edad Media porque expone un sistema completo utilizando terminología y contenido judíos. El autor no menciona personajes o eventos bíblicos ni hace referencia a las fuentes talmúdicas; no obstante Gabirol es citado por importantes filósofos judíos tales como Moisés Ibn Ezra y Joseph Ibn Zaddik.
En el siglo XII la obra de Gabirol fue traducida al latín y pasó a ser conocido como Avicebrón.

SU ÉTICA
Gabirol desarrolló una teoría original sobre las virtudes centrales del alma por medio de la cual asigna 20 características personales a cada uno de los cinco sentidos:
a) Vista-humildad, orgullo, modestia e imprudencia.
b) Oído-amor, piedad, odio y crueldad.
c) Gusto-alegría, ansiedad, satisfacción y pesadumbre.
d) Tacto-generosidad, mezquinidad, valor y cobardía.
e) Olfato-enojo, buena voluntad, envidia y diligencia.

BIBLIOGRAFÍA

Encyclopaedia Judaica. Keter Publishing House, Inc. Israel, 1981

Hyman, Arthur “Jewish Philosophy” En The Jewish World. Thames & Hudson, Great Britain, 1979

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