Ya desde hace 40 años Raphael Hadane joven judío etíope- escuchaba con interés una antigua leyenda que afirmaba que los judíos de Etiopía eran descendientes directos de una tribu hebrea que en el siglo VI a.e.c. huyera de Jerusalem para escapar a los ejércitos de Nabucodonosor. Al abandonar sus hogares los miembros de esta tribu llevaron consigo el más sagrado de todos los objetos judíos: el “Arca de la Ley”, el hogar simbólico de la presencia divina, que acompañara al pueblo hebreo en su peregrinar desde el desierto del Sinaí hasta la tierra de Israel. El padre de Hadane le relató cómo sus antepasados se establecieron en Aswan y construyeron un nuevo templo para alojar el Arca; de allí viajaron a Sudán para finalmente llegar a Etiopía.
El Arca de la Ley, una pequeña caja de madera de acacia cubierta de oro, fue construida de acuerdo con las especificaciones de Moisés para alojar las tablas de piedra en las que se inscribieran los Diez Mandamientos divinos. De acuerdo con la leyenda, el Arca pasó a manos cristianas en donde permaneció custodiada por un monje en la iglesia de Santa María de Sión, en Axum, la antigua capital de Etiopía.
Hadane viajó a Axum e intentó inútilmente ver el Arca. El monje “guardián del Arca” le prohibió la entrada por estar “impuro” y le advirtió que moriría si lo desobedecía. El joven etíope desconsolado regresó a su ciudad natal pero nunca olvidó la leyenda del Arca.
Esta leyenda podría convertirse en realidad gracias al trabajo de Graham Hacock, investigador británico, quien ha dedicado los últimos cinco años a investigar la desaparición del Arca. En su libro El Signoyel Sello, obra exhaustiva y detallada, concluye afirmando que el objeto que se encuentra en la Iglesia de Santa María de Sión en Axum, es efectivamente el Arca de la Ley.
MISTERIOSA DESAPARICION
El destino del Arca de la Ley es, sin duda alguna, uno de los más intrigantes misterios de la antigüedad, una historia que ha captado la atención de cabalistas y exégetas bíblicos. Las referencias al Arca desaparecen de las páginas de la historia judía en la época de la destrucción del Primer Templo de Jerusalem, alrededor de 586 a.e.c. La última referencia concreta se encuentra en el libro de Isaías y en Jueces II. Para 626 a.e.c. el Arca se había esfumado. El profeta Jeremías aseguraba al pueblo hebreo que un ida se recuperarían de la pérdida: “Nadie volverá a preguntar, ‘¿Dónde está el Arca de la Ley?
Los escritos religiosos no ofrecen ninguna respuesta definitiva sobre el destino del Arca. “Macabeos 11″ sugiere que Jeremías, el profeta, escondió el Arca en la montaña desde la cual Moisés vio por primera vez la tierra de Israel antes de su muerte. Maimónides (filósofo del siglo XII) indica que cuando el rey Salomón constituyó el Templo previó su destrucción y construyó una cueva secreta en la que el rey Josiah ocultó el Arca antes de que Nabucodonosor llegara. El tratado de ‘”Yoma” en el Talmud de Babilonia (conjunto de leyes judías) sugiere que el Arca fue ocultada en el Templo del Monte o llevada al exilio en Babilonia donde desapareció. Los historiadores tampoco ofrecen ninguna respuesta contundente. Menachem Haran, profesor de la Universidad Hebrea de Jerusalem, experto en la época del Primer Templo, afirma que el Arca desapareció durante el reino de Manasseh, quien gobernó Judea de 698 a 643 a.e.c., teoría que encaja bien con la última referencia bíblica. “Manasseh era un idólatra que introdujo una imagen de Asherah -diosa canaanita de la fertilidad- en la más sagrada parte del Templo de Jerusalem, substituyendo con ésta el Arca de la Ley.” “No existe evidencia histórica del destino del Arca” -concluye Haran. “Simplemente desapareció”.
SIGUIENDO LA LEYENDA
Durante años la Iglesia etíope ha sostenido que tiene en su poder el Arca que fue sacada de Israel por Menelik, hijo del rey Salomón y la reina de Saba en 1000 a.e.c. Esta idea ha sido constantemente rechazada por las autoridades rabínicas ya que en la Torá (Biblia) se menciona la existencia del Arca en el Templo de Jerusalem mucho después de la época de Menelik.
Por su parte Hancock se fundamenta en la hipótesis que establece que el Arca fue removida durante el reinado de Manasseh. Continúa analizando el desplazamiento del objeto sagrado hasta llegar a la isla Elefantina en Aswan. Aquí los arqueólogos descubrieron ruinas de un asentamiento judío y papiros en los que se hace mención del Templo y de los rituales y sacrificios que se realizaban en éste de 650 a 410 a.e.c.
Hanconck sigue la ruta hacia el este para llegar a Etiopía, a la isla de Tana Kirkos, en donde se cree que el Arca estuvo oculta por 800 años. Para el siglo IV e.c. el objeto sagrado se encontraba ya en Axum en donde se construyó la primera iglesia de Sta. María. La iglesia fue destruida dos veces -en el siglo X y XVI- pero el Arca permaneció a salvo. Durante generaciones el objeto sagrado ha sido custodiado por un monje, quien a su muerte encomienda el puesto a un sucesor. Actualmente el guardián se llama Gebra Mikail.
Como Hadane, el joven etíope, Hancok intentó sin éxito ingresar en la capilla en la que se alberga el Arca. “Sólo yo puedo verlo” -le indicó el monje Mikail al escritor británico en su visita a Axum. Los hombres comunes tienen que ser protegidos de tan poderoso objeto.”
UN TESORO ESCONDIDO
A pesar de no haber constatado la existencia del Arca en Axum, Hancock cree que ciertamente es el objeto original. En contraste el Profr. Haran se opone a esta hipótesis. Aunque acepta la existencia de un templo en Aswan no considera que ésta sea una confirmación de la leyenda