Desde septiembre del 2000, la atención de la opinión pública mundial sobre Medio Oriente se ha centrado en la violencia generada por el conflicto palestino-israelí.
La negación del Holocausto, añejo fenómeno en Occidente, se manifiesta cada vez con mayor frecuencia en Medio Oriente tanto en discursos pronunciados por figuras públicas como en los medios de comunicación y en resoluciones de organismos profesionales.
A través de los “Juicios de Nuremberg”, testigos y sobrevivientes del Holocausto nazi revelaron al mundo crímenes imposibles de creer. Cientos de miles de ciudadanos germanos prefirieron ignorar la realidad convirtiéndose así en sujetos susceptibles a la manipulación.