El lenguaje de los judíos: sus inicios
La historia lingüística de los judíos refleja su dispersión alrededor del mundo. En sus orígenes, el hebreo fue la lengua materna de los judíos hasta que en 586 a.e.c., Nabucodonosor destruyó el Gran Templo de Jerusalem, condenando a los judíos a un exilio temporal. Al regreso de su cautiverio -menos de 100 años después- los judíos se encontraron con un idioma vernáculo distinto. Los conquistadores habían impuesto el arameo para romper con el flujo natural de la vida judía, desalentando muchas de sus formas étnicas y culturales. El arameo se convirtió en el lenguaje principal de los judíos en el Cercano Oriente y el hebreo adquirió formalmente su carácter sacro, utilizándose sólo en las plegarias, estudios y demás cuestiones religiosas.