Gracias a las nuevas medidas adoptadas en Israel respecto al retorno paulatino a la cotidianidad, a partir del pasado martes 5 de mayo el Muro de los Lamentos (Kotel) en Jerusalem, reabrió para el público en general pero aun con ciertas restricciones.
A partir de ahora, el aforo máximo permitido será de 300 personas y la plaza de oración se dividirá en varios complejos para que los rezos se realicen en grupos de 19 personas; Para ingresar, las personas deberán someterse a medición de temperatura, utilizar mascarilla y una vez dentro tendrán que mantener al menos dos metros de distancia entre los demás fieles. En caso de que se llene el cupo permitido, los visitantes tendrán que esperar afuera del Muro hasta que haya espacio disponible.