Mayo 29, 2025
Muy buenas noches a todas y todos, estimados presidentes y dirigentes comunitarios, respetables rabinos, familiares y amigos del autor, querido y admirado Josh.
Es un verdadero honor tomar la palabra esta noche para presentar una obra que no solo relata nuestra historia, sino que la revive y la plasma con nueva fuerza: La historia de los judíos en México, escrita por Josh Kogan.
Este libro se suma con dignidad, profundidad y frescura a una tradición historiográfica que ha dado forma a nuestra memoria colectiva. Una tradición construida por diversas autoras y autores, a quienes les debemos el haber puesto en palabras e imágenes nuestras trayectorias, nuestras luchas y nuestras esperanzas, en numerosas obras a lo largo de casi nueve décadas.
Josh Kogan retoma ese legado, pero lo hace con una voz propia, sensible, honesta, intergeneracional. Conecta la mirada del historiador con la del narrador, y en cada página se percibe el respeto por las fuentes y el compromiso con el futuro. Su libro no es solo un recuento: es un acto de continuidad, de pertenencia y de responsabilidad.
Y hay algo más que merece un reconocimiento especial: La historia de los judíos en México es también una obra visual extraordinaria. La edición está acompañada por una curaduría y ejecución gráfica y editorial de altísimo nivel, con una gran cantidad de imágenes históricas, documentos, retratos y obras pictóricas cuidadosamente seleccionadas y presentadas con sensibilidad, buen gusto y profesionalismo (tenemos en este salón algunos ejemplos de los cuadros que forman parte de la colección Dos Vías, Una Historia, de los artistas Tere Metta y Agustín Castro, aquí presentes). Este libro es, sin duda, una obra que se lee, se estudia y se contempla con admiración.
Nuestra historia en México —hecha de diversidad, de pluralidad, de esfuerzo comunitario, de vínculos y compromiso inquebrantable con México e Israel, de solidaridad interna y de contribución externa— encuentra en este libro una representación digna, amplia y profundamente humana, y que la presenta desde sus orígenes primigenios hasta nuestros días, en toda su amplitud.
En la Fundación Metta Saade, hemos tenido el privilegio de apoyar y coeditar esta obra, convencidos de que contar nuestra historia es también una forma de protegerla y proyectarla hacia el futuro. Agradezco en todo lo que vale la sociedad en este maravilloso proyecto con el Comité Central de la Comunidad Judía de México, quien, a través de sus autoridades y en especial, de su director, Mauricio Lulka, y de la directora de Tribuna Israelita, Reneé Dayan–Shabot, acogieron con entusiasmo este maravilloso proyecto, y se abocaron a la ardua tarea de revisar y ajustar los textos, así como de recabar la conformidad y visto bueno de las numerosas comunidades e instituciones que aparecen reflejadas en el libro.
Querido Josh: tu ejemplo nos conmueve y nos inspira. Resulta verdaderamente impresionante saber que este maravilloso proyecto que hoy, afortunadamente, ve la luz, lo comenzaste desde hace ocho años, cuando apenas tenías 21 años de edad. Cuesta trabajo enlazar, en la mente y en el alma, la envergadura, profundidad y majestuosidad de esta obra, con la juventud de su autor. Y sin embargo, ahí está: un libro monumental, tan maduro como sensible, tan riguroso como accesible. Eso habla no solo de tu talento, tu formación y tu visión, sino también del profundo sentido de misión que te acompaña.
Esta obra que has creado no es solo fruto de tu sensibilidad y disciplina, sino también un reflejo del entorno comunitario que te formó, de la educación que recibiste y sigues recibiendo, de los valores que heredaste, y del profundo sentido de identidad que te acompaña. Eres, en muchos sentidos, un espejo de lo mejor de nuestra comunidad: compromiso, preparación, identidad y visión.
Amigas y amigos:
Este libro es una ofrenda de gratitud al pasado, un acto de afirmación del presente, y una promesa al futuro. Es también una invitación a sentir orgullo compartido por lo que hemos construido juntos —como judíos, como mexicanos, como comunidad— a lo largo de generaciones.
Invito a todas y todos a adquirir, leer y admirar La historia de los judíos en México, no solo como un texto académico o narrativo, sino como un legado vivo. Un legado que nos recuerda quiénes somos, de dónde venimos, y, sobre todo, hacia dónde queremos seguir caminando.
Es importante señalar que todo lo que se recaude de la venta de esta edición, se destinará íntegramente a beneficio del Comité Central de la Comunidad Judía de México, y a apoyar la educación del autor. Es un libro que debe estar en todas las casas, todas las instituciones y todas las bibliotecas de nuestro Yshuv, y más allá.
Muchas gracias.
¡Am Israel beMéxico Jai!