En los primeros meses de 1997 el semanario alemán Die Zeit publicó un reportaje informando que un considerable número de nazis implicados en crímenes de guerra, cobran de la seguridad social alemana rentas complementarias por sus sufrimientos y sacrificios bélicos. Las autoridades de dicho país reconocieron que, efectivamente, los veteranos de la SS o Schutzstaffel que lucharon en defensa del Tercer Reich, reciben mensualmente pensiones por invalidez.
Sucede así con 179 de los soldados que con uniforme alemán sirvieron a Hitler en Letonia, Riga, durante la Segunda Guerra Mundial y que aún permanecen con vida. Aquéllos que, adicionalmente, fueron heridos o logran atribuir sus dolencias a su servicio en el ejército, reciben una cantidad extra. Irónicamente, esto es lo que se conoce como compensación para las “víctimas de guerra”.
En teoría, todo criminal de guerra debe ser excluido de los pagos de pensiones. En este caso, en particular, nadie ha verificado el historial de estos SS, que en su mayoría provenía de batallones de policía, cuya principal función era asesinar judíos. No obstante, si hubiesen sido investigados, no habrían sido consignados ya que para este propósito la definición de “criminal de guerra” requiere de la condena de una corte germana y sólo unos cuantos soldados letones han sido juzgados en Alemania.
De acuerdo a información proporcionada por el semanario Die Zeit y el programa Panorama, del primer canal de televisión pública alemana, más de un millón de personas reciben por concepto de seguridad social, rentas complementarias según la “ley de previsión de las víctimas de guerra”.
Al respecto, el historiador militar Gerhard Schreiber calcula que en 5% de los casos se trata de criminales de guerra o sus allegados, quienes perciben anualmente 356 millones de dólares. Tal es el caso de la viuda de Reinhard Heydrich, encargado de implementar la “Solución Final” a los judíos en Checoslovaquia y ejecutado por la “Resistencia” en un atentado, por lo que es considerado víctima de guerra. En situación similar se encuentra la viuda del juez Roland Freisler, prototipo del asesino con toga, muerto durante un bombardeo.
A su vez, Kazys Ciurinskas, quien asesinó con su batallón de lituanos a miles de judíos en Bielorrusia, ha recibido desde 1967 un total de 104,000 dólares como renta complementaria. Actualmente Ciurinskas es considerado criminal de guerra en Estados Unidos, pero para la justicia alemana aún requiere de una condena oficial. De este modo, a pesar de haber sido acusado de genocidio recibe de la seguridad social alemana 488 dólares mensuales.
Compensaciones para las víctimas
Miles de personas que fueron parte de las unidades de aniquilación reciben pensiones en Austria, Canadá, Australia, Brasil, Argentina y Estados Unidos. En contraste, los sobrevivientes de los ghettos y los campos de concentración no reciben indemnizaciones. Esto se debe a que en los años cincuenta, cuando se discutieron las leyes de rentas, nadie contempló las dificultades que enfrentarían las víctimas de los crímenes nazis para cobrar una compensación.
A principios de la década de los noventa, con la caída del Muro de Berlín y la reunificación alemana, se establecieron tres fondos para compensar a las víctimas de la barbarie nazi en la ex Unión Soviética. El dinero fue utilizado para otorgar pagos hasta de 1,000 dólares a todas las personas que pudieran probar que habían permanecido en un ghetto durante 18 meses o que hubiesen estado recluidos en un campo de concentración por seis meses. Este esquema perduró hasta que los fondos se terminaron.
Diversas organizaciones a nivel internacional han demandado a las autoridades alemanas que modifiquen las leyes sobre jubilación, con la esperanza de que las víctimas del Holocausto reciban una justa indemnización por sus sufrimientos. Aún esperan la respuesta.
BILIOGRAFÍA
Comas, José Alemania Paga Jubilaciones Complementarias a Nazis Asesinos El País, España, 1997
Lane, D.J. Nicholas Pensions for Perpetrators? Pittsburg Jewish Chronicle, USA, 1997
American Jewish Committee, 1997