Un recuerdo. El tiempo: después de la guerra. El lugar: París. Un joven lucha por reajustarse a la vida. Su madre, su padre, su hermana pequeña ya no están. Está solo. Al borde de la desesperación. Y sin embargo, no se da por vencido. Al contrario, lucha por encontrar un lugar entre los vivos. Adquiere un nuevo lenguaje. Hace algunos amigos que, como él, creen que la memoria del mal servirá de escudo contra el mal; que el recuerdo de la muerte servirá como escudo contra la muerte”.
Señoras y señores, esto es solo una pequeña parte del discurso pronunciado un día después de recibir el Premio Nobel, el 11 de diciembre de 1986, por Elie Wiesel bajo el título “Esperanza, desesperación y memoria” pero refleja la misión que este gran hombre asumió después de haber sido liberado del campo de concentración de Buchenwald por el Tercer Ejército de los Estados Unidos el 11 de abril de 1945.
El pasado 20 de enero se cumplieron 80 años desde la Conferencia de Wannsee, cuando los funcionarios de la Alemania nazi se reunieron, en un ambiente pastoral, para discutir y coordinar lo que se conocería como la “Solución Final a la Cuestión Judía”. El 20 de enero de 2022 estará asociado en adelante con el copatrocinio de 100 países, -entre estos México-, de la Resolución, presentada conjuntamente por Israel y Alemania, sobre la Negación del Holocausto, aprobada por consenso por los 193 Estados Miembros de las Naciones Unidas. Durante el discurso de presentación de la resolución, el Embajador de Israel ante la ONU, Gilad Erdan, él mismo, nieto de un sobreviviente del Holocausto, dijo: “A medida que disminuye el número de sobrevivientes del Holocausto, la negación del Holocausto crece a una velocidad aterradora. A medida que disminuye el número de sobrevivientes, las generaciones más jóvenes están siendo adoctrinadas en las redes sociales para dudar de la realidad y confiar en el engaño”.
Señoras y Señores, la expectativa de que los proveedores de redes sociales se involucren más y asuman la responsabilidad de lo que se difunde en sus plataformas está justificada, a juzgar por el alcance del discurso de odio y la información errónea que alimenta a los usuarios de estas plataformas. Pero, ¿qué pasa con la tarea de los maestros de proporcionar los conocimientos básicos a sus alumnos para permitirles distinguir entre el bien y el mal y sacar las conclusiones necesarias de eventos históricos abismales como la Shoa y otros genocidios? En su mensaje publicado ayer, el Papa Francisco habló sobre la necesidad de recordar, y me permito citar “El extermino de millones de judíos y personas de distintas nacionalidades y de diferentes religiones. Esta crueldad inexplicable no debe repetirse más” añadió diciendo “apelo a todos , especialmente a educadores y familias , a fomentar conciencia del horror de esta página negra de la historia en las nuevas generaciones. No debe olvidarse, para que el futuro pueda ser construido donde la dignidad humana no sea pisoteada más.”
Las encuestas muestran una y otra vez cuán extendida es la ignorancia con respecto a estos oscuros capítulos de nuestra historia contemporánea y cuán fértil es el terreno para los prejuicios y los estereotipos. Algunos incidentes vergonzosos, que han ocurrido en algunas de las instituciones educativas de alto nivel, han demostrado que en lugar de ser los “modelos rol” que uno quisiera que fueran a los ojos de sus alumnos, algunos profesores están propagando mensajes discriminatorios, incitando así a la intolerancia y al odio. La motivación detrás de estos actos, la cuestión de si provienen de la pura ignorancia o de un sentido de identificación ideológica, es para mí secundaria. Debe haber cero tolerancia hacia tales mensajes y actos. La repentina y determinada reacción de las altas autoridades de estas instituciones vis-a-vis los culpables de estos incidentes han probado su compromiso a los elevados principios de la educación superior en una sociedad pluralista.
De acuerdo al dicho popular, “ El derecho de meter mis puños termina donde tu nariz comienza”. Ya sea que esta cita este atribuida a Oliver Wendell Holmes de la Suprema Corte de Justicia de los Estados Unidos, a John Stuart Mill, el filósofo y miembro del Parlamento Ingles , o al Presidente Abraham Lincoln , aunque todavía no ha quedado establecido a quien se le atribuye históricamente, su significado es muy claro: cuando el habla se torna en actos que infringen la libertad de otras personas , la línea roja se ha cruzado. Esto es verdad también respecto al humor. Al propagar los llamados chistes de la Shoa/del holocausto , uno no solo está ofendiendo a la memoria de los 6 millones de judíos y muchas otras víctimas del régimen nazi pero uno incrementa el riesgo que los afectados por estos chistes quienes viven entre nosotros hoy en día, lleguen a ser blanco de discursos de odio y violencia, aun cuando no haya sido su intención principal.
Ninguna sociedad es inmune a estas despreciables manifestaciones. Y hemos sido llamados a ser vigilantes y determinantes en nuestra reacción. El único medio para reducir significativamente su alcance es a través de la educación. Las herramientas están disponibles, ya sean a través de la currícula para sistemas educativos formales o para educación informal, museos y centros pedagógicos; es sólo una cuestión de hacerlos ampliamente accesibles. Cuando la educación y el comportamiento responsable de los actores relevantes y los proveedores de servicios hayan vencido la ignorancia y la diseminación del odio, solo entonces seremos fieles al llamado de “Nunca más”.
* Palabras pronunciadas en el Acto de Conmemoración Anual en Memoria de las Víctimas del Holocausto y en Recuerdo de Don Gilberto Bosques Saldívar, organizado por el Senado de la República Enero 27, 2022 y en el acto virtual: Día Internacional de Conmemoración en Memoria de las Víctimas del Holocausto, 77 Aniversario de la liberación del campo de concentración y exterminio Auschwitz-Birkenau, “Memoria, Dignidad y Justicia”, organizado por el gobierno de la Ciudad de México a través del Consejo para Prevenir y Eliminar la Discriminación de la Ciudad de México COPRED, Enero 28, 2022