Tribuna Israelita

Palabras del Embajador de la República Federal de Alemania en México, Dr. Clemens von Goetze, con motivo del Día Internacional de Conmemoración Anual en Memoria de las Víctimas del Holocausto. Enero 2025

Estimada Señora Cohen,
Excelentísima Embajadora Kranz Neiger,
Estimado Señor Alberto Romano,
Estimadas y estimados miembros de la comunidad judía en México,
Excelencias,
Señoras y señores:

Muchas gracias por la invitación a participar en este acto conmemorativo en ocasión del Día Internacional en Memoria del Holocausto. Como representante de Alemania en México, es un honor especial para mí poder dirigir unas palabras a ustedes el día de hoy.

Hoy, hace exactamente ochenta años, fue liberado el campo de concentración y exterminio de Auschwitz. Las atrocidades de dimensiones indescriptibles que se cometieron ahí, supusieron una ruptura de civilización sin igual. La brutalidad de los sicarios nazis en contra de gente inocente sigue siendo incomprensible hasta el día de hoy. Justamente hoy recordamos a las víctimas y reiteramos nuestra responsabilidad en que nunca más se vuelva a repetir un crimen de tal magnitud.

Nunca debemos permitir que los terribles acontecimientos del Holocausto caigan en el olvido. Tenemos que mantener vivo el recuerdo de las víctimas, aun cuando el número de personas que tuvieron que vivir personalmente las atrocidades de la persecución y destrucción sistemáticas de la vida judía en Europa y, en consecuencia, pueden hablar sobre la verdad de primera mano, esté disminuyendo. Es muy conmovedor saber que hoy están aquí presentes algunos sobrevivientes del Holocausto.

Señoras y señores:

Recordar el Holocausto es nuestra tarea permanente. Tenemos que transmitir el sufrimiento de las víctimas a futuras generaciones y no podemos dejar que caiga en el olvido. Precisamente en un mundo donde los hechos se están volviendo cada vez más un juguete a merced de ideas e interpretaciones individuales, no podemos permitir jamás que las injusticias del Holocausto se relativicen.

Esto concierne en particular al país de los perpetradores, Alemania. Es y seguirá siendo una cuestión crucial de la concepción que tenemos los alemanes de nosotros mismos, el cómo fue posible que estos crímenes horrendos fueran cometidos en nombre de Alemania.

Y nosotros, los alemanes, tenemos que enfrentarnos una y otra vez a la pregunta de qué consecuencias sacar de esta terrible pérdida de rumbo. En primer lugar, esto implica no tolerar ninguna forma de represión de la verdad histórica. Segundo, tenemos que combatir firmemente cualquier forma de antisemitismo, tanto en nuestro propio país como en todo el mundo. Y tercero, el compromiso claro de nuestro país con el derecho de Israel a existir.

Luchamos contra el olvido al seguir reforzando la investigación histórica y manteniendo los monumentos en recuerdo de las víctimas, donde la gente puede conocer los lugares de los crímenes y los testimonios de injusticia. Tenemos que conservar estos monumentos y mantener su acceso al público. Los lugares de conmemoración y los museos, como el Museo de Memoria y Tolerancia, seguirán desempeñando un papel muy especial en el futuro. Y también tenemos que conservar los testimonios escritos y orales de las víctimas para la posteridad. Artistas, músicos y escritores que fueron testigos contemporáneos del Holocausto: todos ellos encontraron la forma de expresar lo vivido y conservarlo así para la posteridad. Así como acabamos de escuchar el testimonio de Giza Alterwajn el viernes pasado en el colegio Olami Ort. O, así como leemos las palabras de Anna Frank. De este modo, le damos el espacio a los hechos y la remembranza al Holocausto que se merecen, a fin de evitar que la humanidad vuelva a caer en un abismo igual. Debemos transmitir lo ocurrido a las generaciones más jóvenes mediante la educación en las familias, las escuelas y las universidades.

Encontramos antisemitismo en muchas formas y, por desgracia, en muchos países, incluso todavía en Alemania. La ambiciosa lucha contra el antisemitismo, tanto a nivel nacional como internacional, es un objetivo primordial de Alemania. Sabemos que esto es una tarea permanente, que requiere esfuerzos diarios.

El Holocausto es un recordatorio de que nunca más debemos permitir semejante violencia contra inocentes, del derecho de Israel a existir, de que preservemos el orden internacional, de que luchemos en favor de la paz y en contra de la violencia terrorista. No podemos permitir que el poder vaya antes que el derecho, que las fronteras sean cambiadas por la fuerza o que personas inocentes sean víctimas de una brutal voluntad de exterminio. La humanidad, la protección a la vida y la dignidad humana deben estar en el centro de nuestras acciones. En memoria de las víctimas del Holocausto, éste debe ser el principio rector de nuestro actuar.

Para finalizar, me gustaría agradecer sinceramente a los organizadores de este evento por su excelente trabajo.

Muchas gracias.

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