Tras las consultas realizadas con las diferentes fuerzas políticas luego de recibir los resultados de las pasadas elecciones de su país, celebradas el 1 de noviembre, el Presidente de Israel, Isaac Herzog, encargó el pasado 13 de noviembre al ex Primer Ministro Benjamín Netanyahu la formación de un gobierno, quien a partir de esa fecha, cuenta con 28 días para formar su coalición gubernamental.
Al recibir el mandato, Netanyahu aseguró que su nueva formación hará “todo para que, con la ayuda de Dios, sea un gobierno estable y exitoso, un gobierno responsable y dedicado, que trabaje en beneficio de todos los habitantes del país sin excepción”.
En la misma línea, Herzog destacó que “los ciudadanos de Israel requieren un gobierno estable y que funcione, un gobierno que sirva a todos los ciudadanos, tanto a los que lo apoyaron y votaron como a los que se opusieron a su establecimiento”.
Mientras continúan las negociaciones para formar el Ejecutivo, el 15 de noviembre se constituyó el 25° Parlamento (Knésset) de Israel, que estará conformado inicialmente por 91 hombres y 29 mujeres de los cuales 23 servirán por primera vez como parlamentarios.
En esta ocasión, la mayoría pertenece a partidos de derecha o religiosos, mientras que la única facción de izquierda – con un mínimo histórico de cuatro diputados – será el Partido Laborista, la derecha más al extremo estará representada por 14 miembros del movimiento Sionismo Religioso, que se prevé será socio de la coalición de Netanyahu y la representación de la minoría árabe de Israel contará con 10 representantes, la cifra más baja en los últimos 20 años.