En base a una nueva ley educativa estatal que entró en vigor el pasado 12 de agosto en el Estado de Nueva York, todos los museos de la entidad deberán indicar si las piezas de arte que tienen expuestas “fueron robadas a sus dueños o cambiaron de manos involuntariamente como parte del saqueo de régimen nazi a los judíos durante el siglo pasado”.
Se trata de una medida estatal que pretende que los recintos sean transparentes con dicha información y que incluyan ese origen histórico en una placa o mensaje explicativo ya que hasta el momento, el Estado sólo estaba obligado a informar al Registro de Obras perdidas sobre aquellas piezas datadas de antes de 1945 que pudieran haber cambiado de propietario durante la era nazi y con esta nueva medida, el origen de la misma será conocido públicamente.