Tribuna Israelita

Mitos y Realidades: Operación Espadas de Hierro

Noviembre 3, 2023

La “ocupación” Israelí de la Franja de Gaza es la causa fundamental del conflicto
Falso.

Israel no ocupa la Franja de Gaza y no ha tenido presencia permanente ahí durante casi dos décadas.

De 1948 a 1967, la Franja de Gaza estuvo ocupada por Egipto, que tomó el control del territorio durante la Guerra de Independencia en 1948. Como resultado de la Guerra de los Seis Días de 1967, Israel obtuvo el control de la Franja de manos de Egipto.
En 2005, Israel se retiró unilateralmente de la Franja de Gaza y desmanteló sus asentamientos e instalaciones militares con la esperanza de lograr la paz y crear un futuro mejor.
Dos años después, tras fuertes tensiones  y violencia entre los grupos, terrorista Hamás y Fatah del Presidente de la Autoridad Palestina, Mahmoud Abbas, en junio del 2007, Hamás prevaleció en Gaza y desde entonces está bajo su administración total mientras que Cisjordania lo está bajo la de la Autoridad Palestina. A los pocos días, Hamás prevaleció. Desde entonces, Gaza es administrada por Hamás, mientras que Cisjordania está bajo la administración exclusiva de la Autoridad Palestina.
Desde entonces Israel y Egipto mantienen controles estrictos sobre la frontera para bloquear el  el contrabando de armas y monitorear el uso indebido de materiales por parte de grupos terroristas,  ante la evidencia del envío de armas iraníes y de la utilización por parte Hamás de la ayuda humanitaria para armarse y preparase en contra de Israel, incluyendo la tubería para crear cohetes y el cemento para túneles de ataque.
No obstante durante todo este tiempo Israel proporciona permite la transferencia de bienes y ayuda, que incluyen alimentos, insumos y tratamientos médicos, entre otros, a través de los cruces fronterizos específico al tiempo que inspecciona los envíos únicamente por motivos de seguridad. Asimismo, Israel coordina el suministro de electricidad y combustible, fundamentales para la infraestructura esencial de la Franja.

La respuesta de Israel al ataque de Hamás viola el Derecho Internacional
Falso

El objetivo de Israel es poner fin a la amenaza terrorista planteada por Hamás después de que llevara a cabo el ataque terrorista más mortífero en la historia del país el 7 de octubre para que nunca más pueda llevar a cabo atrocidades como las del 7 de octubre. Israel, no pretende controlar el territorio, ni tiene planes de expulsar a la población palestina de allí.

Las acciones de Israel se han basado en las normas del Derecho Internacional Humanitario, o el derecho de los conflictos armados, que impone obligaciones a las partes en la guerra – ya sean Estados como Israel o actores no estatales como el grupo terrorista Hamás- con el objetivo de  limitar en la mayor medida posible el daño que sufren los civiles como resultado de la guerra, sin impedir que las partes en guerra persigan objetivos legítimos.
Desde el 7 de octubre, Israel ha tomado y sigue tomando varias medidas importantes para evitar daños a los civiles palestinos. Hamás, por otra parte, no sólo ha matado y secuestrado deliberadamente a civiles en Israel, sino que también ha puesto deliberadamente en peligro a civiles palestinos, lo que hace extremadamente difícil para Israel proteger eficazmente vidas inocentes.

Las reglas globales de combate durante tiempos de guerra incluyen tres principios claves, mismos que Israel ha cumplido y sigue cumpliendo:

1. La Necesidad permite a las partes en conflictos armados tomar medidas necesarias que de otro modo no estarían prohibidas para llevar a cabo acciones militares legítimas. También prevé que como resultado pueden producirse daños colaterales.
Israel está ejerciendo su derecho inherente a la autodefensa, consagrado en la Carta de las Naciones Unidas, en respuesta a los ataques de Hamás. Israel tiene derecho y obligación de defender a sus ciudadanos y garantizar su seguridad por lo tanto, lo seguirá ejerciendo hasta eliminar la amenaza actual que plantea Hamás.

2. La Distinción requiere que todas las partes en los conflictos distingan entre civiles y combatientes. Los ataques sólo podrán dirigirse contra combatientes. Están prohibidos los ataques dirigidos deliberadamente a civiles. Para lograrlo, el Derecho Internacional exige que las estructuras militares se construyan separadas de las poblaciones civiles y que las fuerzas combatientes usen uniformes militares.
Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) implementan un enfoque estricto para distinguir objetivos militares de civiles. Sólo considera objetivos militares a las personas que participan directamente o financían y suministran los ataques, lo que protege a la gran mayoría de los civiles de Gaza.
Así mismo utilizan múltiples fuentes para verificar sus objetivos y al atacarlos, lo hacen con tácticas de p y municiones de precisión para garantizar la menor probabilidad de que haya civiles en el área y reducir los daños colaterales.
Antes de llevar a cabo ataques aéreos, las FDI utilizan diversos medios para avisar a los civiles que evacuen el área, incluido el lanzamiento de folletos en árabe y el envío de alertas a teléfonos móviles a los civiles en las zonas de ataque. Si los civiles no evacuan, utilizan la táctica conocida como “golpear el tejados”, en la que disparan un proyectil no explosivo o de bajo rendimiento como advertencia en la zona de ataque para incentivar aún más las evacuaciones.

3. La Proporcionalidad que requiere que los actos de legítima defensa y represalias sean proporcionales a la amenaza general del agresor. Prohíbe los ataques que puedan causar pérdidas incidentales de vidas civiles, lesiones a civiles o daños excesivos a viviendas y estructuras civiles que irían más allá de la ventaja militar prevista que se busca con el ataque.
A pesar de que respecto a atacar blancos militares legítimos situados entre civiles, la ley internacional le da toda la responsabilidad por cualquier muerte civil a los guerreros que se han situado allí, la respuesta de las FDI al uso de civiles como escudos humanos por parte de Hamás en Gaza es uno de los ejemplos más claros de su adhesión al principio de proporcionalidad. Las FDI caracterizan a los escudos humanos involuntarios como civiles en sus cálculos de proporcionalidad, de acuerdo con la opinión mayoritaria de la comunidad internacional. Cuando un soldado de las FDI no puede determinar si una persona está funcionando como escudo humano voluntaria o involuntariamente, supone que el escudo es involuntario.
Israel frecuentemente aborta operaciones militares contra objetivos militares verificados cuando determina que permanecen civiles en el área, incluso después de haberles advertido y alentado a evacuar.

Además, las FDI exigen que los abogados militares revisen todas las decisiones relativas a objetivos y ataques para garantizar que Israel cumpla con el derecho internacional. Las FDI también facultan a los abogados militares para tomar decisiones sobre cuestiones de derecho operativo y los colocan fuera de la cadena de mando para que no estén subordinados a los comandantes a los que asesoran. A diferencia de muchos países, la Corte Suprema de Israel también puede revisar decisiones operativas.

Todos los palestinos apoyan a Hamás
Falso

La mayoría no.
De acuerdo a una encuesta realizada en septiembre del 2023 por el Centro Palestino de Investigación de Encuestas y Políticas, el 27% de los palestinos encuestados señalaron que “Hamás merecía representar al pueblo palestino”, mientras que 24% mencionó a “Fatah” pero el 44% manifestó que “ninguna de las partes lo merecería”.
Así mismo, 49% de los encuestados señalaron que si se llevaran a cabo elecciones en ese momento, votarías por Marwan Barghouti de Fatah; 31% por Ismael Haniye de Hamás y 13% por Mahmoud Abbas de Fatah.
La gran mayoría de los palestinos consideró que su situación era mala o muy mala, lo que crea un entorno en el que el extremismo y el odio crecen y se agravan.
La guerra de Israel es en contra del grupo terrorista Hamás, no es en contra de los palestinos.

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