Mito: Israel se ha negado a implementar la Resolución 242 emitida por el Consejo de Seguridad en noviembre de 1967.
Realidad: El 22 de noviembre de 1967 el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas adoptó una resolución estableciendo los principios que guiarían las negociaciones hacia una solución del conflicto del Medio Oriente. Tanto árabes como israelíes sostienen que han aceptado esta resolución pero siempre se dieron frecuentes desacuerdos con respecto a su verdadero significado.
Los árabes recalcan los principios que exhortan a una retirada israelí, pero son propensos a ignorar los otros principios que propugnan el “reconocimiento de la soberanía, integridad territorial e independencia política de cada Estado de la región, y de su derecho a vivir en paz dentro de fronteras seguras y reconocidas”.
Los Estados árabes, con excepción de Egipto, llegan al extremo de reclamar un retiro israelí previamente a la iniciación de negociaciones, que no está previsto en la mencionada resolución.
A raíz de la invasión a Kuwait muchos sectores de la sociedad intentaron equiparar la Resolución 242 con la 672 que condena la ocupación iraquí de territorio kuwaití. Mientras que la 242 exhorta a Israel a retirarse de los territorios ocupados la 672 es una condena formal contra Irak.
Mito: La Resolución 242 exhorta a Israel a retirarse de todos los territorios capturados y ocupados en junio de 1967.
Realidad: Existen discrepancias en cuanto al significado de la declaración de principios contenida en la Resolución 242. Los árabes sostienen que Israel debe retirarse de todos los territorios. Israel discrepa y destaca que la votación del Consejo de Seguridad se hizo sobre el texto en inglés de la resolución, que deliberadamente omitió el uso de palabras tales como “todos” o “los” al referirse a esos territorios.
El embajador Arthur J. Goldberg, quien presidía la delegación norteamericana ante la ONU en 1967 ha explicado que “la Resolución 242 simplemente respalda el principio del retiro de las fuerzas armadas de Israel de territorios ocupados en el reciente conflicto, vinculando esto con el principio de que todos los estados de la región tienen derecho a vivir en paz, dentro de fronteras seguras y reconocidas. La citada resolución habla de un retiro de los territorios ocupados sin definir el alcance de ese retiro. El uso de términos como ‘fronteras seguras y reconocidas’ prevee la posibilidad de que las partes podrán realizar los ajustes oportunos en sus acuerdos de paz, contemplando el que el retiro de las fuerzas israelíes de los territorios no sea completo, por cuanto ha quedado demostrado que las anteriores fronteras de Israel eran notablemente inseguras”.
Las Resoluciones 242 y 338 no han podido implementarse debido a que ninguna de las partes en conflicto asume en su totalidad estos planteamientos. Ni Israel está dispuesto a la retirada incondicional de los territorios ocupados en la Guerra de 1967, ni los Estados árabes en su conjunto reconocen el derecho a la existencia del Estado judío en el Medio Oriente, ni los palestinos aceptan una solución desde la posición de refugiados