Identificados por un pasado de culturas milenarias y con un comercio bilateral que hoy en día asciende a 700 millones de dólares anuales, México e Israel mantienen una relación basada en un diálogo político fluido, cordial y respetuoso.
De hecho, desde el 1 de julio de 1952, fecha en que ambas naciones establecieron contactos diplomáticos, han consolidado su relación bilateral y han construido una estructura sólida de entendimiento, impulsada por visitas de alto nivel; consultas en materias de interés común y el incremento en los intercambios económicos, académicos y culturales.
Para México, Israel constituye un importante actor en una zona geográfica cuyos acontecimientos son de gran impacto a nivel global. Es su principal socio comercial en Medio Oriente y los avances israelíes, tanto tecnológicos como científicos, resultan muy atractivos para nuestro país.
Israel, por su parte, ve en México un socio latinoamericano relevante e influyente en el ámbito político, además de que el mercado mexicano resulta prometedor para las empresas israelíes.
Esta relación bilateral se fortalece día con día a través de los intercambios comerciales y culturales que la nutren. Un área de gran relevancia es la económica que desde la firma del Tratado de Libre Comercio México-Israel en el año 2000, impulsó de manera significativa el nivel de las importaciones y exportaciones entre ambos países. Más de 200 empresas israelíes operan en México, en sectores como el farmacéutico, turismo, ciberseguridad, high tech, agroalimentario, soluciones de agua y equipo médico así como ciencias de la salud.
A su vez, inversiones con capital mexicano se encuentran en Israel, tal es el caso de Altos Hornos de México y de la empresa cementera Readmix. También hay participaciones de la iniciativa privada mexicana en Israel, particularmente en áreas como aplicaciones telefónicas, bienes raíces e industria turística, entre otras.
El intercambio cultural ocupa un lugar relevante, ya que permite ampliar el conocimiento mutuo y apreciar la riqueza del patrimonio artístico e intelectual. Esta colaboración se basa en el hecho de que si bien México e Israel son países modernos con sociedades modernas, su identidad colectiva se basa en una civilización milenaria que las enriquece. En esta línea, destaca el reconocimiento a la cultura de Israel, al ser invitado de honor en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara en 2013, el evento literario más importante de habla hispana a nivel internacional.
En el ámbito académico y científico, existen contactos permanentes entre universidades mexicanas e israelíes así como instituciones de investigación que facilitan la relación entre profesionales y estudiantes a la vez que promueven el intercambio de experiencias y tecnología.
En el entramado de los vínculos entre México e Israel, el aspecto social es también muy relevante. La comunidad judía de nuestro país ha fungido como enlace entre ambas naciones, promoviendo el acercamiento y el diálogo. A su vez, existe una pequeña comunidad mexicana que radica permanente o temporalmente en Israel, que se caracteriza por su vitalidad y dinamismo.
El peso y la influencia de México se reflejan en la intención declarada de las autoridades israelíes de acercarse a nuestro país, tal y como quedó patente en la reciente visita de Estado realizada a México por el Primer Ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, cuando ambos gobiernos determinaron fortalecer la cooperación binacional en materia política, comercial, educativa, de investigación y de seguridad, y acordaron iniciar el proceso de modernización del Acuerdo de Libre Comercio México-Israel.
También establecieron fomentar misiones empresariales recíprocas para que se incrementen los contactos entre emprendedores y esto, a su vez, fortalezca a la relación comercial y empresarial, así como de inversiones recíprocas entre ambos países.
La celebración del 75 aniversario de la creación de Israel es para nuestra comunidad una oportunidad para refrendar la amistad con Israel y consolidar todos los ámbitos de acción en su relación bilateral.
Es, a la vez, una oportunidad de seguir fortaleciendo la sólida estructura de entendimiento y afianzar los lazos de colaboración que han caracterizado la relación durante más de seis décadas.
*Directora de Tribuna Israelita, Institución de Análisis y Opinión de la Comunidad Judía de México