El 29 de noviembre de 1947, al acentuarse la crisis de los refugiados judíos después de la guerra y el deterioro de la relación entre judíos y árabes, el gobierno británico decidió someter el estatus de Palestina a las Naciones Unidas. En una sesión especial, la Asamblea General de las Naciones Unidas votó por la partición de Palestina en dos Estados, uno judío y uno árabe. La decisión fue aceptada por los judíos y rechazada por los líderes árabes.
Luego de la desintegración del Imperio Otomano durante la Primera Guerra Mundial, el Reino Unido recibió el Mandato de la Liga de Naciones Unidas para administrar el territorio palestino. La región de Palestina, que se extendía desde el Rio Jordán hasta el Mar Mediterráneo, estaba ocupada en su mayoría por comunidades árabes y musulmanas. En 1917, a través de la Declaración Balfour, el Mandato Británico favoreció la inmigración judía a esa región. Otra cuestión a tener en cuenta en este tema es que, durante la Primera Guerra Mundial, Gran Bretaña había prometido a los árabes concederles su independencia, a cambio de que éstos mitigaran las fuerzas del Imperio Otomano.
Durante el dominio nazi, millones de judíos en Europa fueron asesinados y despojados de sus pertenencias. Los sobrevivientes judíos voltearon hacia Eretz Israel en busca de refugio y emprender una nueva vida, pero los británicos les negaban el ingreso a Palestina para no incomodar a los árabes. Fue entonces que creció la presión internacional para el reconocimiento de un Estado Judío. Esta demanda se vio más apremiante por la necesidad de acoger a miles de judíos que habían perdido sus viviendas y posesiones durante la Segunda Guerra Mundial.
En 1945, distintos movimientos sionistas solicitaron a Gran Bretaña que hablara en defensa de sus necesidades ante la Asamblea General de la ONU. En vista de la demora y la actitud dubitativa por parte de este país, algunos sectores judíos en Palestina se radicalizaron, creando dos grupos como el Irgún y la Banda Stern. Estos grupos desplegaron una serie de atentados contra los británicos.
Finalmente, los británicos, al no poder resolver los antagonismos que se desarrollaban entre el nacionalismo árabe y los líderes judíos, sometieron la cuestión de Palestina a la naciente Organización de Naciones Unidas. De esta manera, se creó una Comisión Especial para Palestina (UNSCOP), compuesta por once miembros. Como resultado, el 29 de noviembre de 1947, la Asamblea General aprobó la resolución 181, conocida como el Plan de Partición de Palestina. En ella se recomendaba la creación de dos estados, uno árabe y otro judío, con Jerusalem bajo administración internacional. El plan fue aceptado por los líderes sionistas, pero no por los árabes residentes en Palestina ni por los estados árabes vecinos. El 14 de mayo de 1948 el Reino Unido dio por concluido su mandato sobre Palestina y retiró sus fuerzas. El líder del movimiento judío, David Ben Gurión, declaró entonces la creación del Estado de Israel en conformidad con las fronteras marcadas anteriormente por el Plan de Partición de la ONU.
El Estado de Israel declaró su independencia e Israel fue aceptaba como un Estado miembro de la ONU. Los árabes no aceptaron la decisión de las Naciones Unidas y declararon su intención de llevar a cabo una guerra de aniquilación contra los judíos, liderados, en parte, por personas que se habían capacitado en la Alemania nazi.
Israel fue atacado por Líbano, Siria, Jordania, Irak, Arabia Saudita y Egipto y se implementó un embargo de venta de armas a Israel; los árabes habían sido armados libremente por los ingleses. Estados Unidos no ayudó a Israel en la guerra de 1948.
¿Por qué la victoria de Israel frente a seis ejércitos árabes? Porque los ciudadanos judíos no tenían otra alternativa: o vencían o serían asesinados por los árabes.
Finalmente, los países árabes firmaron convenios de armisticio con Israel en 1949, entre el mes de febrero hasta julio.
Al terminar la guerra Israel extendió su territorio un 23% más de lo asignado inicialmente por las Naciones Unidas. La Franja de Gaza y Cisjordania fueron ocupados por Egipto y Transjordania y Jerusalem quedó tras la frontera con Jordania.