Por primera vez desde la Segunda Guerra Mundial, la sinagoga Klausen de Praga, considerada como una de las más emblemáticas de la ciudad, fue utilizada para realizar un servicio religioso, durante la víspera de Yom Kipur el pasado 11 de octubre.
Originalmente construida en 1573 y renovada tras un incendio en 1694, la Sinagoga Klausen es la más grande del barrio judío de Praga y alguna vez sirvió como centro de la vida judía de la ciudad.
Al término de la Segunda Guerra Mundial, durante la cual Klausen fue utilizada como almacén y cerca de 263 mil judíos checos fueron asesinados por los nazis, no hubo suficientes sobrevivientes para reanudar los servicios en la ciudad. Posteriormente, en 1948, cuando la República Checoslovaca, pasó a formar parte de los satélites soviéticos, la pequeña comunidad judía local no pude ejercer ninguna práctica religiosa y para 1989, únicamente permanecían en el país poco más de dos mil judíos.
Tras el fin del comunismo, algunas sinagogas locales volvieron a ser utilizadas y, actualmente, dos de los seis tempos que se conservan en el barrio judío son usados como lugares de culto.
A pesar de que la Sinagoga Klausen no volvió a utilizarse para realizar servicios religiosos, en 1982 fue agregada a la lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO y forma parte del Museo Judío de Praga, albergando exposiciones sobre judaica.
Después del fin del comunismo, algunas sinagogas volvieron a ser utilizadas por los pocos judíos que todavía se identificaban como tales. Dos de las seis sinagogas que aún se conservan en el barrio judío se utilizan actualmente como lugares de culto.
Pero la Sinagoga Klausen, que fue agregada a la lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO en 1982, siguió siendo parte del Museo Judío y alberga exposiciones sobre festivales judíos, los primeros manuscritos hebreos y costumbres y tradiciones judías.
Este año, al coincidir con el fin de una exposición, la comunidad progresista local, fundada en 2019, respondiendo a un creciente número de feligreses y a la necesidad de un espacio mayor para realizar sus servicios, solicitó el espacio para llevar a cabo los rezos de Yom Kipur, y de esta manera, Klausen, fue utilizada por primera vez desde el Holocausto como lugar de culto.
Información e imagen: Jewish Telegraphic Agency