Tribuna Israelita

ESTEREOTIPO RACIAL
ESTEREOTIPO RACIAL

ACUSACIÓN: LOS JUDÍOS SON UNA RAZA INFERIOR

LOS HECHOS: 

Las bases ideológicas del antisemitismo nazi que se desencadenó en el siglo XX se remontan a Martín Lutero quien, en 1542, publicó un libelo titulado “Sobre los Judíos y sus Mentiras”, en donde los acusa de ser usureros, parásitos y ajenos a la nación germana:

“En verdad, los judíos siendo extranjeros, no deberían poseer nada y lo que posen debería ser nuestro. Sin embargo tienen nuestro dinero y nuestros bienes, y se han convertido en nuestros dueños en nuestro país, en donde quiera que se hallen”.

 A la vez, Lutero propuso una serie de medidas punitivas contra los judíos que incluían el quemar sus sinagogas, confiscar sus libros y expulsarlos de sus tierras. 

Siglos después, Johann Fichte (1793) (5) afirmó que era necesario expulsar a los judíos del territorio alemán:

 “Sólo hay un medio para protegernos contra los judíos, reconquistar la tierra prometida y enviarlos todos allí.” 

 

 

Incluso llegó a proponer la decapitación colectiva de todos los judíos, actitud que se puede relacionar con la “Solución Final” que Hitler trató de implementar posteriormente. También a fines del siglo XVIII, el conde Arthur de Gobineau propuso la Teoría de la Supremacia de la Raza Blanca, que establecía que la mezcla de la raza germana pura con otras inferiores producía la decadencia de la civilización. A mediados del siglo XIX el compositor Richard Wagner escribió un libro en el que difamaba a los judíos, afirmando que eran incapaces de componer música aria, además de ser individuos que contaminaban el ideal de esta raza. En una carta que envió al rey Luis II de Bavaria, Wagner dijo: 

“Yo considero a la raza judía como el enemigo nato del hombre puro y de todo lo noble que hay en él. Y especialmente nosotros, los alemanes, nos hundiremos a causa de ellos, es cosa segura”.

 Posteriormente, Houston S. Chamberlain habló de la hegemonía nórdica. Publicó el libro Los Fundamentos del Siglo XIX en donde aseguró que los germanos eran los verdaderos creadores del destino de la humanidad. Para él, “los judíos son maestros de la intolerancia, del fanatismo de la religión y del asesinato por religión, y apelan a la paciencia cuando se sienten muy oprimidos”. A finales del siglo XIX, Friedrich Nietzche propuso su teoría del super-hombre que se encuentra por encima de la moralidad, misma que sirvió para afianzar los conceptos sobre el ideal germano. La ideología nazi retomó las teorías anteriores para afirmar que los judíos eran por naturaleza una raza inferior cuya composición genética determinaba permanentemente sus escasas posibilidades. El estereotipo racial afirma que la judía es una raza decadente y que no puede cambiar ya que esta decandencia es parte inherente a su ser sin importar la identidad que asuma. De acuerdo con estas ideas, ni la conversión ni la asimilación podrían cambiar al judío. Había que exterminarlo.