En base a los Principios de la Conferencia de Washington sobre el arte confiscado por los nazis, – un acuerdo sobre los bienes de la era del Holocausto negociado entre Alemania y Estados Unidos en 1998 que establece que las obras de arte deben devolverse a sus legítimos propietarios o herederos si se demuestra que fueron confiscadas por los nazis o vendido bajo coacción – el pasado 31 de enero, la Fundación del Patrimonio Cultural Prusiano, con sede en Berlín (SPK, por sus siglas en alemán) anunció que se devolverá una escultura del siglo XVI – actualmente exhibida en el Museo de Ulm en Berlín – a los herederos de su legítimo propietario.
Se trata de la estatuilla Maria Lactans” que representa a María amamantando a un niño Jesús que pertenecía al banquero y empresario judío alemán Jakob Goldschmidt, quien huyó de la Alemania nazi poco después de que Hitler llegara al poder, a quien incluso en el exilio le fueron confiscadas su ciudadanía y las propiedades que había dejado en el país.
Jakob Goldschmidt (1882-1955) fue un destacado hombre de negocios en el período de entreguerras en Alemania. Huyó a Suiza en abril de 1933, poco después de que Hitler llegara al poder y emigró a Nueva York en 1936. Cuatro años más tarde, el gobierno alemán lo despojó de su ciudadanía en ausencia y confiscó sus bienes restantes en Alemania.
Tras la Primera Guerra Mundial, Goldschmidt había formado una extensa colección de arte, de la cual gran parte permaneció en Berlín cuando emigró.
La estatuilla de “Maria Lactans”, atribuida solo al Círculo del Maestro del Clan Sagrado de Biberach, junto con otras obras del renacimiento, formaba parte de dichas obras. En 1936 fue comprada en una subasta anónima por el mercader de arte Johannes Hinrichsen quien posteriormente la vendió a los Museos Estatales de Berlín.
De acuerdo a la SPK, que gestionó la devolución de la estatuilla, la subasta de 1936 en la que fue vendida originalmente califica “como una pérdida relacionada con la persecución nazi” de acuerdo a los Principios de Washington.