Noviembre 10, 2023
Volvamos al 7 de octubre de 2023, cuando miles de terroristas de Hamás, alimentados por el odio hacia los judíos, atacaron a Israel con un objetivo: masacrar y secuestrar indiscriminadamente a tantos israelíes como fuera posible: mujeres, ancianos, niños y bebés.
Las cifras ascienden ahora a 1,200 asesinados y 240 rehenes en Gaza, cuya suerte se desconoce.
Mientras Israel responde legítimamente al terrorismo y defiende a su pueblo, somos testigos de un creciente antisemitismo, de falsas equivalencias morales. Estándares dobles. Desinformación. Mentiras descaradas.
En diversas partes del mundo hemos visto manifestaciones que critican duramente al Estado de Israel por defenderse de los ataques de Hamás. Si bien es posible criticar a un gobierno por sus acciones, las manifestaciones actuales exceden los límites de una crítica contra el gobierno.
¿QUÉ ES EL ANTISIONISMO?
El sionismo se deriva de la palabra Sión, en referencia a la Tierra Bíblica de Israel.
A finales del siglo XIX, el sionismo surgió como un movimiento político para restablecer un Estado Judío en Israel, la patria ancestral del pueblo judío.
Hoy en día, el sionismo se refiere al apoyo a la continuidad de la existencia de Israel, frente a los constantes llamados a su destrucción o disolución.
El antisionismo es la oposición a que los judíos tengan un Estado Judío en su patria ancestral y niega el derecho del pueblo judío a la autodeterminación.
¿CÓMO ES ANTISEMITA EL ANTISIONISMO?
La creencia de que los judíos, los únicos entre los pueblos del mundo, no tienen derecho a la autodeterminación –o que la conexión religiosa e histórica del pueblo judío con Israel es inválida– es inherentemente intolerante.
Cuando los judíos son acosados verbal o físicamente o las instituciones y lugares de culto judíos son vandalizados en respuesta a las acciones del Estado de Israel, eso es antisemitismo.
Cuando las críticas a Israel utilizan ideas antisemitas sobre el poder judío o la codicia judía, cuando utilizan la negación o la inversión del Holocausto (es decir, afirmaciones de que los israelíes son los “nuevos nazis”), o incursionan en la antigua sospecha xenófoba de la religión judía, las críticas, de otra manera legítimas, cruzan la línea y caen en el antisemitismo.
Pedir un Estado-nación palestino y al mismo tiempo abogar por el fin del Estado-nación judío es, en el mejor de los casos, hipócrita y potencialmente antisemita.
¿TODA CRITICA A ISRAEL ES ANTISEMITA?
No.
La definición práctica de antisemitismo de la Alianza Internacional para la Memoria del Holocausto (IHRA, por sus siglas en inglés), empleada por varios gobiernos del mundo, señala explícitamente que la crítica legítima a Israel no es antisemitismo: “Una crítica a Israel similar a la dirigida contra cualquier otro país no puede ser considerado antisemita”. Sin embargo, cuando los antisionistas piden el fin del Estado judío, eso ya no es una crítica a la política, sino antisemitismo.
Fuente: www.ajc.org