Agosto 1, 2024
El pasado 31 de julio en la mañana (hora local de Irán), el grupo terrorista Hamás y el Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica de Irán informaron que durante la madrugada Ismail Haniyeh, jefe del brazo político de Hamás y partidario clave de la masacre del 7 de octubre, había sido asesinado, junto con su guardaespaldas, horas después de haber asistido a la ceremonia de juramento del nuevo presidente del país, Masoud Pezeshkian y de reunirse con el líder supremo iraní el ayatolá Ali Jamenei.
Ambos culparon a Israel del asesinato y prometieron “tomar represalias”. Israel no respondió a dichas afirmaciones y más tarde declaró que no haría comentarios al respecto.
El asesinato de Haniyeh se produjo pocas horas después del asesinato del miembro de alto rango de Hezbolá, Fuad Shukr, responsable del reciente ataque con cohetes que mató a 12 niños y jóvenes e hirió a decenas más en la aldea drusa Majdal Shamsen en los Altos del Golán el pasado sábado 27 de julio.
En contraste con el silencio de Israel sobre el ataque de Haniyeh, si se atribuyó la responsabilidad por el ataque en Beirut contra Shukr, quien además desempeñó un papel importante en el programa de misiles de precisión de la organización y había gestionado los ataques del grupo en contra de Israel a partir del 8 de octubre en apoyo de Hamás además de ser un asesor cercano de su líder Hassan Nasralla.
Shukr, también era buscado por Estados Unidos por su responsabilidad en el bombardeo de 1983 al cuartel de los marines estadounidenses en Beirut, en el que murieron 241 militares estadounidenses.
Información: The Jewish Chronicle; The Times of Israel y Jewish Insider
Imagen: Financial Review