El gobierno de Alemania, a través de la Administración Federal de Arte – organización dedicada a investigar la procedencia de los bienes culturales del Estado alemán y rastrear las piezas saqueadas por los nazis – devolvió a los herederos de sus legítimos dueños una pintura que fue robada por los nazis en el año 1942 a la familia de dos hermanos judíos y que estaba destinada un museo, dedicado a Adolfo Hitler.
La obra “Valle de los Molinos cerca de Amalfi” (1830), del artista alemán Carl Blechen era propiedad de los coleccionistas de arte Arthur y Eugen Goldschmidt, quienes lo heredaron de su padre.
Poco después de la Noche de los Cristales Rotos en noviembre de 1938, ante la persecución nazi, los hermanos Goldschmidt se suicidaron y su colección de arte fue heredada por su sobrino Edgar Moor, quien emigró a Sudáfrica dejando las obras en el antiguo departamento de la familia en la ciudad de Berlín.
En julio de 1942, la Gestapo confiscó las propiedades que Moor había dejado en Alemania, incluyendo la pintura de Blechen, que en 1944 fue comprada por una comisión especial organizada por Hitler para adquirir artículos que se exhibirían en un museo que planeaba abrir en Linz, Austria.
Después de la Segunda Guerra Mundial, en 1952, la obra cayó bajo jurisdicción del gobierno federal alemán y pasó a ser propiedad estatal en 1960. Más tarde, fue cedido a la Fundación Museo Príncipe Pückler, en la ciudad alemana de Cottbus y ahora, finalmente restituida a los familiares de sus legítimos dueños.
Al respecto de la restitución, la Administración Federal de Arte, explicó que “Valle de los Molinos cerca de Amalfi” es la 69.ª obra de arte propiedad del Estado alemán que es devuelta a sus legítimos propietarios, gracias a sus investigaciones que arrojaron información que hizo posible “suponer con seguridad” que dicho cuadro “fue confiscado a Edgar Moor como resultado de la persecución nazi”
Por su parte, los familiares de Moor, declararon que se trata de una “acción de gran importancia para la familia y su historia y finalmente se hace un poco de justicia al reconocer su pertenencia y el destino de los perseguidos por los nazis”.
Información e imagen: The Algemeiner y Surge Radio