Noviembre 27, 2024
El 27 de noviembre a las 4:00 am (hora local) entró en vigor el alto el fuego de 60 días entre Israel y Hezbolá, cuyo objetivo es detener los ataques del grupo terrorista chiita contra Israel, que comenzaron un día después de la masacre del Hamás en contra de Israel – que han provocado evacuaciones masivas de las poblaciones del norte del país así como la muerte y heridas de decenas de personas y graves daños materiales – así como poner fin a las operaciones antiterroristas israelíes en el Líbano.
Poco después de que el acuerdo, negociado por Estados Unidos, fuera aprobado por el gabinete de Israel con 10 votos a favor y uno en contra, el Primer Ministro israelí, Benjamín Netanyahu, pronunció un discurso en el que describió el alto el fuego como “una medida estratégica para Israel”, señalando que existen tres razones principales para el mismo.
La primera, señaló, es centrarse en la amenaza iraní, mientras que la segunda es dar un respiro a las fuerzas armadas y reponer existencias, asegurando que se recibirán suministros de armamento que mantendrán a los soldados seguros y permitirán completar la misión y la tercera es separar los frentes y aislar a Hamás, siendo que desde el segundo día de la guerra, el grupo terrorista contaba con que Hezbolá lucharía a su lado y ahora se queda solo y se aumentará la presión sobre ellos lo que ayudará a liberar a los rehenes.
El plan consta de tres etapas: una tregua inicial, seguida del repliegue de las fuerzas del grupo terrorista chií libanés al norte del río Litani; la retirada de las tropas israelíes del sur del Líbano en un plazo de 60 días; y, por último, negociaciones entre ambos países para delimitar su frontera, que actualmente corresponde a una línea trazada por la ONU tras la guerra de 2006.
Es importante destacar que Netanyahu enfatizó que Israel conserva el derecho de actuar contra amenazas inmediatas y cualquier violación por parte de Hezbolá, será enfrentada decisivamente.
Por su parte el gobierno libanés se comprometió a cooperar plenamente con el acuerdo y desplegará cinco mil efectivos para hacerse cargo de la seguridad del sur del país, garantizando la retirada del grupo terrorista.
Por último Francia y Estados Unidos se propusieron como garantes del alto el fuego anunciado y afirmaron que “vigilarán que sea implementado en su conjunto y aplicado”.
Información y fotografía The Jewish Chronicle y Aurora