En las primeras horas de la mañana del pasado sábado 26 de octubre, Israel lanzó un ataque de represalia largamente esperado contra Irán, lo que marcó una de las escaladas más importantes en la región en los últimos años.
La Fuerza Aérea de Israel (IAF) llevó a cabo ataques precisos contra objetivos militares estratégicos, incluidas instalaciones involucradas en la fabricación y lanzamiento de drones y misiles balísticos, así como sistemas de defensa aérea.
Informes sobre explosiones cerca de Teherán comenzaron a circular alrededor de las 2:15 am hora local, y las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) confirmaron la operación en respuesta a los ataques iraníes en curso.
Los ataques israelíes alcanzaron objetivos en todo Irán, incluidos Teherán, Karaj, Isfahán y Shiraz e Irán cerró temporalmente su espacio aéreo mientras, mostrando poca capacidad para contrarrestar el ataque sostenido.
La operación, titulada “Días de Arrepentimiento” en referencia a la reciente festividad de Yom Kipur, demostró una escala y una precisión sin precedentes y el reconocimiento inmediato de la responsabilidad de la ofensiva por parte de Israel.
La primera ola de ataques tuvo como objetivo las capacidades de defensa aérea iraní para garantizar la libertad de los aviones israelíes durante la operación y prepararse para cualquier posible medida de represalia por parte de Irán.
Las oleadas posteriores se centraron en los sitios de producción y lanzamiento de aviones no tripulados y misiles utilizados en los ataques iraníes contra Israel el 14 de abril y el 1º de octubre pasados.
Irán afirmó que sus defensas aéreas mitigaron gran parte del daño. Sin embargo, Israel desestimó firmemente estas afirmaciones, enfatizando el éxito de la operación.
A las 6 de la mañana del sábado, el ejército israelí anunció la finalización del ataque, con “todos los objetivos alcanzados” y todos los aviones participantes regresando “sanos y salvos”.
Las FDI declararon que docenas de aviones de la IAF, incluidos aviones de combate, aviones cisterna de reabastecimiento de combustible y aviones de reconocimiento, participaron en la compleja operación, dirigida a sitios a más de 1,600 kilómetros de Israel.
Asimismo, enfatizaron que el ataque fue una respuesta directa a “meses de continuos ataques” del régimen iraní contra Israel, señalando específicamente las acciones desde el 7 de octubre, cuando las fuerzas respaldadas por Irán abrieron múltiples frentes contra Israel y declararon que “Como cualquier otra nación soberana, el Estado de Israel tiene el derecho y el deber de defenderse”, añadiendo que Israel está totalmente preparado para responder a cualquier nueva escalada.
Tras los ataques, el ejército israelí evaluó las posibles respuestas iraníes, y no se realizaron cambios inmediatos en las directrices civiles.
El portavoz de las FDI, el contralmirante Daniel Hagari, dejó claro que las capacidades ofensivas y defensivas de Israel se encontraban plenamente movilizadas y, advirtió que cualquier nueva agresión por parte de Irán tendría graves consecuencias.
Mientras Israel permanece en alerta máxima ante cualquier posible represalia, el mensaje de sus líderes militares es claro: quienes amenacen al Estado de Israel se enfrentarán a una fuerza decisiva.