A partir del 28 de septiembre del año 2000, fecha en la que dio inicio el levantamiento palestino conocido como “Intifada Al-Aksa”, se ha generado una escalada de violencia en la Margen Occidental y la Franja de Gaza, tanto en alcances como en severidad. Este aumento incorporó nuevos y diferentes elementos al juego, incluyendo una progresiva injerencia, por parte de la organización libanesa Hezbollá, capaz de generar ataques palestinos en sus territorios y dentro de Israel.
Más allá de cooperar, particularmente con los movimientos fundamentalistas “Jihad Islámica” y “Hamas”, Hezbollá ha operado con escuadrones palestinos en los territorios y organizó células integradas hasta por ciudadanos árabes de Israel. Además, desde el exterior hacia Israel, envió terroristas con el propósito de realizar atentados terroristas. Por diferentes motivos, la cúpula del Hezbollá eligió – como el régimen libanés – negar públicamente cualquier vínculo que implicase actuar dentro de los territorios y en Israel.
La política de Hezbollá
Desde la retirada de las Fuerzas de Defensa de Israel -FDI- del sur del Líbano en mayo del 2000, Hezbollá se abstuvo, por diversas razones (incluyendo la presión siria y libanesa), de realizar acciones, en gran escala, en la frontera libanesa – israelí. Sólo lanzó ataques limitados y aislados (especialmente en la zona de Har Dov, el último el 16 de febrero de 2001) comenzados el pasado octubre, como resultado de la violencia desatada entre israelíes y palestinos.
Actualmente, bajo presión y teniendo como fuente de inspiración a Irán, la organización dirigió sus esfuerzos en la progresión de la lucha dentro de “Palestina” mientras agita las banderas de “liberación” para Palestina y Jerusalén. La atmósfera turbulenta y de incitación en los territorios que, seguramente, se intensificará en una próxima etapa, colabora con los objetivos de Hezbollá.
En muchas ocasiones, los líderes de la Organización dejaron en claro su intención de apoyar, en palabras y con acciones, la lucha palestina. Consecuentemente, convocaron a los palestinos a imitar su modelo de lucha en el sur del Líbano, enfatizando el punto de vista que la Intifada palestina debería ser llevada al más alto nivel de “Jihad” (guerra santa). Parece que, debido a este enfoque, los lazos entre Hezbollá y las facciones palestinas en Líbano, la Margen Occidental y la Franja de Gaza se estrecharon (especialmente con Jihad Islámica con la que se relacionan a través de las conexiones con Irán).
En este contexto, se observó que, por algún tiempo, Hezbollá operó con células secretas en la Margen Occidental y la Franja de Gaza, en coordinación con facciones islámicas palestinas. Asimismo, agentes palestinos fueron enviados a Irán para recibir directivas y entrenamiento en tácticas de Hezbollá.
Hitos previos de la injerencia de Hezbollá
La embestida de la actividad de Hezbollá en la arena palestina fue precedida por un proceso de repunte en su prestigio y diseminación de sus tácticas, en el ámbito político y popular, entre el público palestino. Los siguientes son algunos puntos importantes en este proceso:
A. El establecimiento de estrechos lazos entre unos 400 miembros de Hamas y Jihad Islámica, deportados por Israel al sur del Líbano en diciembre de 1992. Muchos recibieron entrenamiento e instrucciones de combate. La gran mayoría retornó a los territorios dentro del año en que fueron expulsados.
B. Febrero de 2000: Manifestaciones estudiantiles de la universidad palestina de Bir Zeit, contra la visita del Primer Ministro francés, Lionel Jospin, en protesta por sus declaraciones acerca que Hezbollá era una organización terrorista. Disturbios estallaron en otras zonas de los territorios. Estos hechos fueron la primera manifestación pública, de carácter violento, surgida como consecuencia del prestigio acumulado por Hezbollá en las calles palestinas bajo el objetivo de continuar su lucha contra Israel.
C. Los violentos choques de mayo de 2000, protagonizados por jóvenes palestinos que elogiaron, de viva voz, a Hezbollá, recordando el aniversario de “Youm al-Naqba” (memoria del aniversario de la catástrofe de la derrota árabe de 1948). En esa ocasión, la organización apoyó la necesidad de emular sus tácticas en la lucha contra la ocupación israelí.
D. La apresurada retirada de las fuerzas israelíes del sur del Líbano, el 25 de mayo de 2000, fue considerada una derrota israelí. Esta situación desencadenó satisfacción y regocijo en los territorios, aunque la Autoridad Palestina mostró una actitud más contenida que la visualizada en las calles en cuanto al “modus operandi” de Hezbollá. Reuniones y “desfiles por la victoria ” se realizaron, mostrando la bandera amarilla de Hezbollá (agitada nuevamente luego durante la Intifada de Al-Aksa). Como consecuencia surgió, por un lado, una inevitable comparación entre los logros de Hezbollá y el fracaso del camino político perseguido por el liderazgo palestino y, por el otro, el desgaste, en la percepción de la disuasión, por parte de Israel y la reafirmación de la entereza y firmeza de la sociedad israelí en los enfrentamientos violentos con víctimas.
E. El secuestro, por parte de Hezbollá, de cuatro israelíes en octubre de 2000, reafirmó la admiración generada en los territorios y alentó la esperanza de que constituiría una oportunidad para liberar prisioneros palestinos retenidos en cárceles israelíes. Así se cimentaron las bases para el establecimiento de relaciones entre Hezbollá y varias facciones palestinas, incluyendo líderes de la Autoridad Palestina y de Fatah, como Hisham Abdel-Razaq, oficial de la Autoridad Palestina a cargo de los prisioneros, encargado de entregar a Hezbollá una lista de detenidos palestinos. Por su parte, Hezbollá envió cartas a prisioneros árabes y palestinos, encarcelados en Israel, prometiendo liberarlos.
Conclusiones acerca de las implicancias de la injerencia de Hezbollá
La actividad de Hezbollá en la arena palestina ha tenido repercusiones en el frente político y puso en tela de juicio el liderazgo palestino y la oposición islámica así como la situación entre los árabes israelíes.
Los siguientes son algunos aspectos a considerar:
A. Creciente influencia de Hezbollá en el sentimiento público y en el carácter de la confrontación con Israel. Esa tendencia pasó a ser obvia en las declaraciones de Marwan Barghoutti, líder de la facción Fatah “Tanzim” en la Margen Occidental quien declaró: “Pienso que la experiencia de nuestros hermanos de Hezbollá en Líbano cambió nuestra posición y la de la nueva generación palestina.” (periódico “Al-Hayat al-J dida” del 31.01.01). Esta tendencia es el pilar en que se apoya una posible estructura moral encargada de diversificar las actividades de Hezbollá en otras direcciones.
B. El aspecto operativo: Parece que los ataques en los territorios y dentro de Israel, iniciados por Hezbollá, están tomando dimensiones más amplias y permanentes. Es probable que otras células sean creadas y operadas directamente por Hezbollá. Las intenciones de la organización libanesa y la de sus pares iraníes son diseñadas para encontrar una canalización operativa de su energía en su aproximación anti-israelí (“jihad”), al tiempo que su actividad militar -en la frontera norte israelí- es restringida por intereses sirios y libaneses. La posibilidad que, bajo ciertas condiciones, Hezbollá adopte una estrategia ofensiva de escalada en todos los frentes, a través de ataques terroristas “palestinos” y en la frontera norte, no puede ser desechada. Existe cooperación con grupos palestinos islámicos, que incluye el contrabando de equipo militar, con el propósito de ampliar el alcance y la severidad de los ataques.
C. Una estructura civil palestina simpatizante de Hezbollá puede ser creada, o está en proceso de gestación, debido no sólo a la inspiración que el éxito de Hezbollá aporta a la lucha palestina contra Israel sino a través de dos modos de acción:
Creando una amplia posibilidad de vincularse con diferentes grupos a los que se les provee de ayuda financiera y a través del intercambio de prisioneros -entre Hezbollá e Israel- por el cual los detenidos palestinos en cárceles israelíes serán liberados a cambio de soldados israelíes desaparecidos y secuestrados. Esto también serviría a los intereses de Hezbollá, arruinando el prestigio de la dirigencia palestina.
D. Planteando una amenaza a las reglas de la Autoridad Palestina y de Arafat, Hezbollá no tiene simpatía por el régimen en el marco de trabajo del Proceso de Paz. Más de una vez, sus cadenas de noticias difundieron amenazas contra este liderazgo. En 1998, los líderes de Hezbollá hicieron pública una amenaza a la vida de Arafat mientras que, más recientemente, la estación de televisión de Hezbollá “Al Manar”, transmitió el texto de un panfleto palestino amenazando eliminara Abu-Amar (Arafat) y a Yasser Abed Rabbo por tomar parte en negociaciones con Israel. Más aún, el uso por parte de Hezbollá de un oficial de la propia “Fuerza 17” de Arafat, plantea la probabilidad de que el movimiento triunfó en el propósito de infiltrar otras facciones dentro de los servicios de seguridad palestina.
A pesar de los indicios de la injerencia activa de Hezbollá en la Autoridad Palestina, el líder de la organización, Asan Nasrallah, negó (Al-Manar TV, 16.02.01) que mientras Hezbollá apoye la lucha palestina, no estará involucrada en ninguna actividad dentro de “Palestina”, ni bombardeando con proyectiles de mortero ni enviando a turistas extranjeros a realizar ataques terroristas en Israel, ni creando ninguna organización clandestina. Agregó que Israel fabricó estas “acusaciones” debido a su temor a Hezbollá, tratando de disminuir el efecto de las acciones palestinas locales.
En Israel, se duda si Hezbollá está interesada en crear una facción armada propia en los territorios que competiría con otras organizaciones palestinas. Más bien se cree que Hezbollá apoya el establecimiento de células individuales complementando este quehacer con otras actividades compatibles con sus intenciones y objetivos. Israel está convencido que la negación de Nasrallah tenía la intención de expandir una cortina de humo, de desinformación, para “confundir al enemigo” y de detener cierto pretexto de Israel acerca de aplicar crecientes presiones sobre Siria y Líbano contra Hezbollá.
Conclusiones
Al colapso de la influencia de mando de la Autoridad Palestina en los territorios, y al trastorno de la ley y el orden, la presencia de Hezbollá en diversas áreas de la arena palestina, podría constituir un peligroso factor adicional a este proceso.
Esto podría servir como base sólida para comprender el objetivo reconocido de Hezbollá: “interrupción del Proceso de Paz y frustrar, en fecha futura, el posible retorno a las negociaciones con Israel”.
Bibliografía
Hezbollá y los Palestinos: Una Estrecha Relación Centro de Información y Documentación de Israel para América Latina Argentina, 2001