Hoy, en el Día Internacional de Conmemoración en Memoria de las Víctimas del Holocausto y a 80 años de la liberación de Auschwitz, el tristemente célebre campo de la muerte, honramos a los seis millones de judíos asesinados, junto con millones de otras víctimas perseguidas por el Régimen Nacionalsocialista.
El Holocausto no solo es una tragedia de la historia judía, sino una advertencia universal. Nos enseña que el silencio y la indiferencia frente a la injusticia alimentan el odio.
Como comunidad judía, heredera de una historia de resiliencia y lucha, entendemos profundamente el imperativo de defender los derechos fundamentales de todas las personas. Esta responsabilidad moral nos impulsa a ser actores activos en la construcción de un mundo donde la dignidad, la igualdad y la libertad prevalezcan.
En la actualidad, cuando aún persisten el odio, la discriminación y la intolerancia, refrendamos nuestro compromiso de construir sociedades basadas en el respeto mutuo y la justicia. En esta línea nos solidarizamos con los secuestrados por el grupo terrorista Hamas, quienes siguen sufriendo en cautiverio y pedimos por su pronta liberación.
Desde la educación y la memoria histórica hasta el diálogo interreligioso, como Comunidad Judía de México trabajamos incansablemente para garantizar que las lecciones del Holocausto no se olviden. Rechazamos con firmeza cualquier manifestación de antisemitismo y promovemos sociedades basadas en el respeto y la justicia.
En el mundo hemos visto preocupantes manifestaciones de antisemitismo, que niegan las lecciones del Holocausto y promueven divisiones basadas en el odio. Estas actitudes deben ser confrontadas con firmeza, con comunicación y políticas públicas para construir un futuro basado en el respeto mutuo.
Hoy, les invito a refrendar nuestro compromiso de seguir trabajando para que la promoción de los derechos humanos siga siendo una prioridad. Que nuestras voces y nuestras acciones sean un faro de esperanza y un ejemplo de solidaridad para el mundo entero.
Que las historias de aquellos que perecieron y de quienes sobrevivieron al Holocausto nos impulse a redoblar nuestros esfuerzos para que jamás volvamos a ser testigos de semejantes atrocidades.
Que la memoria de las víctimas del Holocausto nos inspire a seguir luchando por un futuro de paz, justicia y dignidad para todos los seres humanos.
Que no olvidemos, para que nunca se repita.